A pesar de que lamer es una de las costumbres más características de los perros, aún se desconoce qué es exactamente lo que les empuja a ello. Son muchas las teorías que encontramos al respecto, y hacen referencia a distintos aspectos: puede tratarse desde una muestra de cariño hasta el síntoma de un problema de comportamiento. A continuación exponemos cinco de estas razones.
1. Llamar la atención. A veces los perros utilizan este método para reclamar la atención de sus dueños. Puede que demanden cariño, paseos o que nos indiquen que es la hora de comer. Esto último se remonta a sus instintos primarios, pues cuando un cachorro tiene hambre lame el hocico de su madre para buscar restos de alimento.
2. Demostrar afecto. Estos animales expresan su cariño mediante lametazos, por lo que suelen hacerlo mientras les acariciamos. Es una señal social de suma importancia para ellos, así como un gesto amistoso muy común. Normalmente se decantan por lamer las caras y manos de sus dueños.
3. Comunicar lealtad, sumisión y dominancia. Los perros pueden lamernos para expresar ciertos sentimientos. Por ejemplo, a veces nos saludan de esta manera, demostrando alegría al vernos. En otras ocasiones lo hacen en señal de sumisión, aunque si lamen en exceso también puede ser un signo de dominancia.
4. Para conocerte. A través del gusto los canes perciben una gran cantidad de información. De nuevo, esto hace referencia a su instinto natural, ya que sus ancestros los lobos lamen la boca de otros congéneres para comprobar si hay alimentos cerca. El sabor de una persona, por su parte, les aporta datos sobre su salud y su estado de ánimo.
5. Por ansiedad. Si el perro nos lame constantemente a nosotros o a los objetos que hay a su alrededor, es probable que sea síntoma de algún problema de ansiedad. Podemos solucionarlo aumentando su tiempo de ejercicio físico y con la ayuda de juguetes, aunque a veces es necesario recurrir a un educador profesional.