Uno de los problemas más comunes en el perro, sobre todo durante la época de cachorro, es la costumbre de morder los objetos de su alrededor, como los muebles de nuestra casa. Los motivos que les llevan a hacerlo pueden ser muy variados; desde el dolor de dientes a la ansiedad por separación. En cualquier caso, podemos evitarlo con algunos trucos y un poco de paciencia.
Es esencial conocer las razones que llevan a los canes a destruir nuestros bienes. Muchas veces se debe al dolor de encías que sienten cuando les están naciendo los dientes definitivos, molestia que tratan de calmar mordiendo todo lo que encuentren a su alrededor. Podemos arreglarlo comprando juguetes especiales, como mordedores, y ofreciéndoselos al perro cada vez que muestre intención de destruir nuestros objetos.
Otro motivo puede ser el estrés por la falta de actividad. Podemos probar con paseos diarios bien largos, así como con diferentes juegos, dependiendo de las características físicas y psicológicas del perro. Si vemos que de esta manera no desgasta lo suficiente su energía, tendremos que probar con otros métodos.
Podemos recurrir, asimismo, a sprays repelentes. Al rociarlos sobre los muebles, les otorgamos un sabor amargo del que nuestra mascota huirá. Sin embargo, antes de comprarlo debemos consultarlo con un veterinario, para que nos indique qué tipo de producto no es nocivo para el animal. Esto es imprescindible para evitar intoxicamientos.
También es fundamental que el perro aprenda la orden de «no», mensaje que debemos darle cada vez que se acerque a nuestros muebles con la intención de destruirlos. Tras ello, hay que ofrecerle uno de sus juguetes, recompensándole cuando se interese en él. Con el tiempo y esta clase de refuerzo positivo, conseguiremos acabar con el problema.
Si con todo esto no logramos eliminar esta costumbre, lo mejor será que acudamos a un adiestrador profesional. Él sabrá decirnos cuál es su origen y qué podemos hacer para solucionarlo.