Son muchos los hogares en los que conviven niños y perros, y sabemos que siempre suelen llevarse estupendamente y ser los mejores amigos, pero hay que tener unas reglas de convivencia entre ambos, para que todo eso no se convierta en caos. Los niños y perros suelen atraerse, y es que ambos son muy activos, por lo que aunque no tengamos perro en casa también debemos dar pautas de comportamiento a los niños antes los perros.
Aunque sabemos que los perros pueden ser los mejores amigos de los niños, también es cierto que son muchos los perros que pueden llegar a morder a los menores a causa de que estos no controlan el comportamiento que tienen con el perro. Esto hace que muchas familias se deshagan del perro, cuando simplemente se trata de darle pautas de comportamiento a ambos, ya que el perro puede marcar con la boca simplemente para mostrarle al niño que lo está molestando.
Lo primero que debemos enseñar es el respeto mutuo. Un niño o un perro malcriado no respetará a sus compañeros, y por eso es más probable que surjan conflictos. Debemos enseñar al perro a respetar los espacios de la gente, y a compartir, ya que muchos desde un principio son muy recelosos con sus cosas. Además, hay que enseñar a los niños que el perro no es un juguete que puedan pisar o achuchar cuando quieran, sino que también siente y quiere su espacio.
Aunque nos parezca complicado al principio, lo cierto es que tanto los niños pequeños como los perros se comunican bien con su lenguaje corporal. De este modo, nos daremos cuenta de que ambos se entenderán mucho mejor de lo que pensamos. Si no hay perro en casa, debemos enseñar al niño que debe preguntar siempre antes de tocar un perro.
Otra de las pautas es la de tocar al perro de lado, nunca de frente, ya que eso les resulta más invasivo y molesto. Hay que mostrarse tranquilos y dejar que el perro nos olisquee para reconocernos. Con pautas así de sencillas podemos evitarnos muchos sustos.