Somos muchos los que tenemos un perro en casa, y cada persona cree saber cómo es su perro y cuál es la mejor manera de tratarlo. Sin embargo, en muchas ocasiones cometemos errores que además son más comunes de lo que parecen. Así que toma nota para ver si tú también cometes algunos de estos errores comunes con el perro.
Los errores pueden venir de muchas cosas, de nuestra forma de vida, de nuestras costumbres, ya que estas se extienden al perro, o de ver la forma de tratar con el perro como si tratásemos con otros humanos. Hay que tener en cuenta que un perro tiene otras necesidades y otra forma de ser, así que partiendo de esta base, uno de los principales problemas reside en que no nos ponemos en la piel del perro, entendiendo sus comportamientos.
Uno de los mayores problemas hoy en día es que estamos tan acostumbrados a ver al perro como un miembro más de la familia que llegamos a humanizarlo. Pensamos que un perro puede tener una vida como la nuestra y no cubrimos sus necesidades caninas de explorar, hacer ejercicio, conocer otros perros, relacionarse con ellos de forma natural. Esto puede generar comportamientos extraños, como que ladren mucho, rompan cosas o se vuelvan obsesivos.
No crear rutinas con ellos es algo que puede desestabilizarlos. Los perros necesitan rutinas, son buenas para ellos y se acostumbran por ejemplo a salir a una hora o a comer a otra hora. Si esto lo cambiamos, el perro desarrolla un comportamiento más errático y desobediente que si lo acostumbramos a unas rutinas que no rompemos.
El ser demasiado vagos a la hora de entrenarlos o no tener paciencia es un error muy común. Cada perro necesita su tiempo, y unos aprenden rápido y otros tardan más, pero todos pueden ser entrenados y llegar a ser obedientes.