El marcaje territorial a través de la orina es un comportamiento innato en el perro, tanto en los machos como en las hembras. Esta conducta tan molesta tiene el objetivo de indicar a los demás canes cuáles son sus límites territoriales, y la llevan a cabo mediante micciones cortas y frecuentes, en la calle e incluso en nuestra propia casa. Te contamos todo lo que debes saber acerca de esta costumbre.
Los máximos responsables del marcaje territorial son los andrógenos, por lo que es más frecuente en machos adultos. Sin embargo, también se dan casos en cachorros e incluso en hembras. Cuando el perro detecta la presencia de otros canes en la misma zona, dichas hormonas provocan esta conducta. Y a su vez, estas micciones estimulan el olfato de otros animales, propiciando que actúen de la misma manera.
El macho comienza a marcar su territorio a partir de los 8 ó 9 meses, cuando el efecto de las hormonas se hace más fuerte. En las hembras este instinto se desarrolla más tarde. Las distancias y espacios donde orinan son variados, pues en ello influyen factores como el carácter o el rastro que perciba de otros animales. Y es que al marcar su territorio, los cánidos aumentan su protección contra los depredadores y por tanto, sus posibilidades de supervivencia. Se trata de un comportamiento fuertemente instintivo.
Es importante saber diferenciar entre el marcaje territorial y otra clase de micciones. Éstas también pueden deberse a otros factores, entre los que encontramos algunas enfermedades o problemas de salud. Los fallos en el riñón o la infección de vejiga son dos posibilidades, aunque la más frecuente es la falta de aprendizaje o la pérdida del mismo en casos de perros ancianos. Por ello si observamos estas señales en nuestro perro lo mejor será que pidamos consejo a un veterinario.