El mal aliento en el perro puede tener su origen en diferentes causas, como determinadas enfermedades o una higiene bucal insuficiente. Existen algunas formas de prevenir y eliminar este problema, dependiendo de cuál sea el motivo de su aparición. En cualquier caso, conviene seguir algunas pautas que nos ayudarán a evitar la molesta halitosis canina.
En primer lugar, es básico que limpiemos los dientes de nuestro perro con regularidad. Tenemos que seguir esta rutina a diario, o como mucho cada dos días; de esta manera evitamos que se acumule demasiado sarro en su dentadura y encías. Debemos utilizar una pasta específica para perros, pues el dentífrico que usamos nosotros contiene flúor, altamente tóxico para estos animales. También necesitaremos un cepillo de cerdas suaves apto para canes.
La alimentación es otro factor clave. Para cuidar su dentadura, lo más recomendable es el pienso seco, ya que ayuda a mantener las piezas dentales limpias y fuertes. Es importante que el perro coma siempre en un plato limpio y que su dieta sea de alta calidad, rica en calcio y minerales. No debe incluir una cantidad excesiva de carne, ya que este desequilibrio puede propiciar la aparición del mal aliento.
Podemos reforzar todo esto con aperitivos especiales pensados para reducir la halitosis, a la venta en clínicas veterinarias y tiendas de mascotas. Sin embargo, antes de introducirlos en la dieta de nuestro perro conviene que consultemos con el veterinario qué marcas y diseños son los apropiados para él.
Por último, es fundamental que el animal reciba la atención veterinaria adecuada, acudiendo regularmente a sus revisiones. El veterinario sabrá decirnos si la dentadura de nuestra mascota cuenta con los cuidados suficientes o si, por el contrario, debemos reforzarlos. Además, determinará la causa del mal aliento, que a veces viene dado por trastornos estomacales u otros problemas de salud.