Entre las razas caninas encontramos algunas enormemente parecidas. Es el caso, por ejemplo, del Bichón Maltés y el Bichón Frisé. Ambos son pequeños, de pelaje largo, blancos y de orejas caídas, algo difíciles de distinguir. Sin embargo, existen algunas diferencias que separan a las dos razas; sólo tenemos que observarlos detenidamente para advertirlas.
Para empezar, la diferencia más llamativa entre ambos es el pelo. El Bichón Frisé presenta un pelaje rizado, denso, similar al de un Caniche. Tiene un tacto más esponjoso y su longitud no alcanza la de la melena del Maltés. Este último, por el contrario, tiene el pelo más fino, largo y recto, parecido al de un Yorkshire Terrier pero de color blanco.
Esto también crea algunas distinciones respecto a su cuidado. El Frisé requiere que le cepillemos habitualmente con un cepillo especial para pelo rizado, mientras que el Bichón Maltés necesita un cepillado diario con un peine para cabello liso. Y es que a diferencia del primero, esta raza muda su pelaje, lo que hace imprescindible que retiremos a menudo el pelo que desprenda y que suele quedar enredado.
Respecto al tamaño y el peso, el Bichón Frisé es mayor que el bichón Maltés adulto, ya que pesa alrededor de 5 kg y mide 25 cm de altura, mientras que el segundo se posiciona en 3 kg de peso y 20 cm de altura. En todo caso, ninguno de los dos alcanza una gran estatura.
En cuanto al color, ambos son completamente blancos en general, pero el Frisé pude presentar una ligera sombra amarilla o de tono melocotón, siempre muy clara. El Bichón Maltés, por su parte, puede mostrar una pequeña sombra alrededor de las orejas.
Por último, debemos diferenciar las características de su carácter. Se dice que el Maltés tiene un instinto protector más desarrollado, aunque lo cierto es que ambas razas son divertidas, amables y familiares. De existir problemas de comportamiento, suelen estar relacionados con su exceso de nerviosismo.