En ocasiones notas que tu perro te ignora, y te gustaría que estuviese atento a lo que le intentas comunicar. Ya sea para educarlo o para transmitirle algo, no siempre las tácticas que utilizamos resultan efectivas.
Cuando tu peludo te ignora, puede ser por varias causas. Es importante reconocer cuál es el fallo que cometemos a la hora de comunicarnos con ellos, para saber por qué no nos hacen caso en determinados momentos.
Reforzar el vínculo con tu perro es fundamental, para que se sienta parte de la manada. Cuando los tenemos desde cachorros es algo muy fácil, ya que pasan todo el tiempo con nosotros y crecen en nuestro ambiente, pero cuando son adoptados ya mayores puede resultar algo más difícil. No obstante, pasando tiempo con él y comunicándonos, lograremos su atención.
Un lenguaje poco claro también puede confundirlos, de forma que opten por ignorar nuestras órdenes. Tu estado de ánimo, tus órdenes y los gestos deben ser acordes con lo que le estás pidiendo, para que sepa en todo momento a qué nos referimos.
El ritmo de aprendizaje también influye. Si es demasiado rápido y no han cuajado las enseñanzas anteriores, perderá el interés al no entender los nuevos requerimientos. Si es muy lento, se aburrirán de hacer siempre lo mismo, por lo que la motivación decaerá.
También es importante usar los refuerzos apropiados. Si a tu perro le gustan los juguetes, las chucherías o las caricias es algo que hay que saber, para mantenerlos motivados. Responderán mejor si hay algo que les interesa mucho, no se aburrirán y trabajarán para conseguir su premio.
La edad también influye para que nos hagan caso a la hora de aprender. Si desde pequeños hemos estimulado su inteligencia, estarán más receptivos, y nos harán mucho más caso.
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