A lo largo del día, aquellas personas que comparten su vida con algún can puede llegar a escuchar una serie de frases que, si bien a menudo son dichas con buenas intenciones, hay otras que pueden causar bastante sorpresa e incluso daño. Y es que, acerca del mejor amigo del hombre se han dicho tantas cosas, que suele ser difícil saber qué creer.
En los medios de comunicación, en el parque para perros, incluso nuestros propios familiares y amigos, nos suelen aconsejar sobre cómo educar a nuestro amigo. Pero, ¿es buena idea hacerles caso? Vamos a ver los 6 mitos sobre los perros más comunes.
Es bueno que las perras tengan cachorros
Esto es completamente falso. Las perras, a diferencia de las mujeres, no tienen un instinto materno que leas impulse a ser madres. Simplemente, viven el presente. Si no tienen cachorros, pues no se van a preocupar de tener, pero si los tienen, los cuidarán con mucho amor.
Es muy recomendable castrarlas antes del primer celo, ya que así se previene la aparición de tumores mamarios, y se contribuye a reducir la super-población de canes.
Hay que castigar al perro si hace algo mal
Más que castigar, hay que educar. Es común escuchar a la gente (e incluso verles hacer) que si un perro se porta mal hay que tumbarlo en el suelo en posición de sumisión. Pero esto es un error que proviene de la creencia de que el lobo Alfa tumba boca arriba al rival, una creencia que, curiosamente, hizo que el propio creador se arrepintiera de haberla dicho.
Si tu perro se porta mal, hay que enseñarle a hacer las cosas bien, con premios (golosinas, caricias, juguetes), y no obligándole a someterse, porque de lo contrario lo único que conseguirás es que te tenga miedo.
El perro que monta a otros es dominante
No tiene por qué. Hasta los perros más sociables pueden montar a otros, pero no para demostrar que son más que ellos, sino simplemente para liberar estrés o como parte del juego entre iguales.
Si el perro tira de la correa, ponle un collar de pinchos
Los collares de pinchos o de ahorque tienen fama de ser, supuestamente, una de las mejores herramientas para evitar que el perro tire de la correa, especialmente cuando se pasea por lugares muy concurridos. Pero en realidad le hacen mucho daño. El constante roce de los pinchos le causan heridas, la presión ejercida altera el riego sanguíneo y dificulta al animal respirar normalmente, e incluso le puede causar contracturas y problemas de tiroides.
Para llevar a pasear a un perro no hay nada como un arnés, una correa y golosinas para canes. Puede que pienses que el arnés es sólo para los perros de trineo, pero no es cierto. Hoy día puedes encontrar de varios tipos que evitarán que el animal tire, y sin hacerle ningún daño como el sense-ible o el halti (el que se engancha en el pecho).
Los perros no pueden comer carne cruda
Esto es falso. Hay que pensar que los piensos se crearon durante la Segunda Guerra Mundial. Antes de eso, comían precisamente las sobras, carne cruda, y lo que encontraban para sobrevivir. Por eso, siempre va a ser mucho mejor para él darle comida natural (si no queremos dársela cruda, la hervimos un poco) que pienso. Y si optamos por darle este último, debemos leer la etiqueta de los ingredientes y asegurarnos de que no contienen cereales (avena, trigo, maíz, etc.) ya que no lo necesitan.
Las perras engordan después de castrarlas
Esto tiene algo de verdad. Tras la castración, el metabolismo cambia y durante las primeras semanas sí que puede engordar. Aún así, esto no debería de pasar si hace ejercicio a diario y como sólo la cantidad que necesita.
Como vemos, hay varios mitos que se escuchan prácticamente cada día en… casi cualquier parte. Lo cierto es que sólo nosotros conocemos bien a nuestro perro y sabemos cómo puede reaccionar ante diferentes situaciones.