El embarazo de una perra dura entre 63 y 67 días. Durante este período irá notando cambios, y hay algunos factores que debemos tener en cuenta a la hora de alimentarla para conocer cuáles son sus necesidades en cada momento. No siempre tendrá hambre, y habrá momentos en los que se encuentre mal, por lo que debemos realizar otros cuidados, como el de mantenerla hidratada constantemente.
Una perra embarazada tendrá vida normal las dos primeras semanas, pero después comenzarán los cambios. No debe comer en exceso, ya que el sobrepeso siempre es un problema para el parto. Debe comer según las necesidades, por lo que hay que informarse. Cada raza y cada tamaño tiene diferentes necesidades, por lo que debemos conocer cuál es su alimentación habitual para aumentarla en consecuencia.
Otro factor que influye es el número de cachorros gestantes. Dependiendo de los que tenga, tendrá más necesidades alimenticias. La madre debe estar nutrida no solo para que los bebés crezcan en su barriga, sino también para producir la leche con la que los alimentará de forma posterior durante semanas.
Una cosa que recomiendan los veterinarios es darle un pienso que sea de alta calidad. Estos piensos están hechos con proteínas de calidad, y no se necesita tanta cantidad para nutrir lo mismo. Es el pienso perfecto para una madre gestante que no debe engordar pero sí nutrirse muy bien. En el veterinario podemos preguntar por los piensos especializados para perras gestantes, o aquellos que sean para una raza en concreto, de alta calidad.
Durante la etapa de lactancia también es mejor alimentar a la madre con pienso muy nutritivo y de alta gama. Es una etapa en la que tiene muchas necesidades nutricionales para amamantar a los cachorros, por lo que debe comer varias veces en pequeñas cantidades pienso especial para esta etapa.