Una mudanza es una situación que genera estrés y ansiedad en toda la familia, incluido nuestro perro. Por ello es importante hacer que este tránsito sea lo más natural y tranquilo posible para él, ayudándole a adaptarse fácilmente a su nuevo hogar. Para ello seguiremos algunas pautas relacionadas con su rutina y comodidad.
En primer lugar, es importante anticiparse a la situación, preparando a nuestro perro para el cambio desde semanas o meses antes de la mudanza. Una buena idea es pasear frecuentemente por el que va a ser nuestro nuevo barrio, para que el animal pueda ir acostumbrándose a sus olores y sonidos característicos.
Por otro lado, se recomienda no lavar su cama y sus juguetes hasta un tiempo después de instalarnos en la nueva casa, con el fin de que pueda reconocer olores familiares para él. Además, debemos mantener la misma rutina, asegurándonos de que el proceso de la mudanza no afecte a sus horarios de comida o paseos.
Lo mejor es que mantengamos al animal al margen del estrés de la mudanza en la mayor medida. No obstante, en ocasiones nos será imposible, ya que nos verá empaquetar nuestros objetos, guardar cosas en cajas… En definitiva, notará un movimiento inusual y eso le pondrá nervioso. Es importante, en esos momentos, que no le regañemos y nos mostremos calmados.
Otro truco que servirá de ayuda a nuestro perro durante esta transición es llevar previamente sus juguetes y comida a la casa nueva, de manera que se asemeje más a su hogar. Y es que el momento en que llevemos al perro por primera vez a nuestra nueva casa es clave durante este proceso, por lo que es importante que cuente desde el primer minuto con todo lo necesario (juguetes, comida, bebida, un sitio para descansar…).
Nos será de gran ayuda darle un largo paseo antes, con el fin de hacer que se relaje antes de su primera visita. Además, lo mejor es que le guiemos por la casa, enseñándole todos los rincones, y no dejarlo solo durante los primeros días. Debemos dejar que olfatee todo lo que quiera y elija los sitios que le resulten más cómodos dentro de su nuevo hogar.
¡Hola Javier! Muchas gracias por tus palabras. La verdad es que una mudanza siempre conlleva estrés, especialmente para las mascotas. Los consejos que aportas en tu blog también son muy completos y útiles. ¡Un saludo!