El Bergamasco, conocido también como el Perro Pastor de Bérgamo, es una de las razas más fascinantes y antiguas que encontrarás en el mundo canino. Este perro destaca tanto por su singular apariencia con pelos en forma de rastas como por su carácter noble y un temperamento perfectamente equilibrado. Originario de los Alpes italianos, donde desempeñaba funciones como perro pastor y guardián de rebaños, se ha mantenido como una raza emblemática y relativamente poco conocida fuera de su tierra natal.
Un origen ancestral que inspira respeto
El Bergamasco tiene sus raíces en las regiones alpinas de Italia, específicamente en los valles de la provincia de Bérgamo. Se trata de una de las razas más antiguas que se conocen, y su linaje puede trazarse hasta hace unos 2.000 años. Según algunas teorías, sus ancestros llegaron a Italia procedentes de Asia, acompañando a pueblos nómadas que buscaban pastos para sus rebaños en Europa.
Desde el siglo XVI, se han encontrado menciones y representaciones del Bergamasco, consolidándolo como un perro esencial en las labores de pastoreo y protección de ovejas. Su resistencia al clima alpino y su pelaje peculiar lo han hecho ideal para desempeñar estas tareas en condiciones extremas, protegiendo tanto del frío como del calor.
Características físicas únicas
El Bergamasco es un perro de tamaño mediano a grande con un cuerpo robusto y bien proporcionado. Los machos alcanzan una altura de entre 58 y 60 cm a la cruz, mientras que las hembras miden entre 54 y 56 cm. Su peso varía entre 26 y 38 kg, dependiendo del sexo del ejemplar.
Lo que más llama la atención de este perro es su pelaje, que consta de tres capas distintas:
- Capa interna o subpelo: De textura suave y densa, proporciona aislamiento térmico.
- Pelo intermedio: Más largo y de textura áspera, conocido como «pelo de cabra».
- Pelo externo: De apariencia lanosa, que se entremezcla con las otras capas, formando las famosas rastas.
Estas «rastas», que comienzan a formarse entre los 12 y 15 meses de vida del perro, no solo son estéticas, sino que cumplen una función práctica al proteger al Bergamasco de las inclemencias del tiempo.
En cuanto al color, los Bergamascos suelen presentar una gama que va desde el gris oscuro hasta el negro opaco, con variaciones de tonos grises e incluso rojizos.
Un temperamento ideal para la familia
El Bergamasco es un perro excepcionalmente tranquilo, equilibrado e inteligente. Su carácter bondadoso lo convierte en un gran compañero para familias, incluso aquellas con niños pequeños. Aunque es protector y desconfiado con extraños, no es agresivo, lo que lo hace ideal como guardián familiar.
Su instinto natural de pastoreo le lleva a «vigilar» y cuidar a su familia como si fuera su propio rebaño, mostrando una lealtad inquebrantable. Además, su capacidad de observación y aprendizaje rápido lo convierten en un animal fácil de adiestrar, siempre y cuando se utilice un enfoque positivo.
El cuidado del pelaje: mitos y realidades
Aunque su pelaje pueda parecer complicado de mantener, el Bergamasco es relativamente sencillo de cuidar. A diferencia de otras razas, no requiere cepillados frecuentes. Las rastas se forman de forma natural, y lo único que se necesita es separar los mechones con los dedos ocasionalmente para evitar que se formen bloques compactos que puedan incomodar al perro.
Los baños deben realizarse solo cuando sea estrictamente necesario, asegurándose siempre de que el pelaje se seque completamente, ya que su densidad puede retener humedad durante varios días.
Un perro que necesita ejercicio y espacio
El Bergamasco es activo y disfruta de las actividades al aire libre. No es apto para vivir en apartamentos pequeños o en ambientes urbanos estrechos. Idealmente, se le debe proporcionar un espacio amplio donde pueda correr y explorar, como una casa con jardín o una gran finca.
Este perro ha sido criado para el trabajo, lo que significa que necesita estimulación tanto física como mental. Los paseos largos, las caminatas por el campo y los juegos interactivos son fundamentales para mantener su bienestar.
Salud y esperanza de vida
Los Bergamascos son perros saludables y robustos, con una esperanza de vida de entre 13 y 15 años. Al no haber sido cruzados excesivamente, presentan pocas predisposiciones a enfermedades genéticas comunes en otras razas. Sin embargo, es importante realizar revisiones veterinarias periódicas para asegurar su estado óptimo de salud.
Pese a su resistencia física, se debe prestar atención a sus ojos y orejas, ya que la acumulación de pelo puede causar problemas si no se limpia adecuadamente estas áreas.
Si buscas un perro fiel, cariñoso, protector y con un aspecto llamativo, el Bergamasco podría ser la raza ideal para ti. Sin embargo, es importante evaluar si puedes satisfacer sus necesidades de espacio, ejercicio y cuidado. Este perro no es adecuado para personas mayores o quienes no dispongan de tiempo para dedicarle atención y actividades.
En un entorno adecuado, el Bergamasco se convierte en un compañero leal y único, que recompensará a su familia con toda su sabiduría e intuición, además de ser un excelente guardián y amigo.