Los seres humanos y los perros somos dos especies muy distintas, con formas de comunicarnos y comportarnos completamente diferentes. Este desconocimiento ha dado lugar a numerosos mitos sobre nuestras mascotas, lo que puede generar interpretaciones erróneas sobre sus conductas.
Uno de los comportamientos más comunes en los cachorros es el hecho de morder. Muchos propietarios se alarman cuando su cachorro empieza a morderles, pero es importante comprender que esto es completamente natural. En este artículo, abordaremos cómo gestionar adecuadamente esta conducta, por qué ocurre y qué medidas puedes tomar para corregirla sin generar estrés en tu mascota.
El desarrollo del cachorro y la importancia del contacto físico
Desde sus primeras semanas de vida, los cachorros dependen de la interacción con su madre y hermanos para desarrollarse correctamente. Durante este período, aprenden habilidades sociales fundamentales, incluyendo la inhibición de la mordida, que es la capacidad de controlar la fuerza de su mordida.
El desarrollo del cachorro pasa por distintas etapas, donde cada fase influye en su manera de interactuar con otros perros y con los humanos. Estas etapas son:
- Prenatal (antes del nacimiento): factores como el estrés de la madre pueden afectar al cachorro.
- Neonatal (0 a 2 semanas): el cachorro depende completamente de la madre.
- Transicional (2 a 3 semanas): comienzan a abrir los ojos y desarrollar sus sentidos.
- Socialización (3 a 12 semanas): aprende a relacionarse con su entorno y a modular su mordida.
- Juvenil (3 a 8 meses): el cachorro consolida su comportamiento y refuerza su inteligencia emocional.
Aprender a controlar la mordida es un proceso natural que ocurre cuando los cachorros juegan entre ellos. Si un cachorro muerde demasiado fuerte, su hermano puede reaccionar con un chillido agudo y dejar de jugar. Este comportamiento enseña a los cachorros que morder con demasiada fuerza tiene consecuencias negativas.
Si te preguntas qué hacer si tu cachorro muerde todo, es crucial entender estas etapas y cómo se relacionan con su comportamiento.
¿Por qué mi cachorro me muerde?
Existen varias razones por las cuales un cachorro puede morder:
- Exploración del mundo: los cachorros descubren su entorno con la boca, igual que los bebés humanos.
- Juego: morder es una forma de jugar y socializar con otros perros y con las personas.
- Fase de dentición: entre los 3 y 6 meses los cachorros mudan los dientes, lo que les produce molestias y los impulsa a morder más.
- Exceso de energía: la falta de ejercicio puede llevar al cachorro a desarrollar hábitos como morder objetos o personas.
- Ansiedad o estrés: ciertos cambios en el entorno pueden hacer que el perro muerda como una forma de liberar tensión.
Si quieres detener a tu cachorro mordelón, es fundamental entender estas motivaciones para poder abordarlas adecuadamente.
Cómo enseñar a un cachorro a no morder
Para modificar este comportamiento, es importante actuar con paciencia y constancia. Aquí te dejamos algunos métodos efectivos:
1. Finge que te ha hecho daño
Cuando tu cachorro te muerda fuerte, emite un quejido agudo como «¡Ay!» y retira la mano. Esto imita la reacción natural que tendría un hermano de camada, enseñándole que ha mordido con demasiada fuerza.
2. Usa refuerzo positivo
Elogia y recompensa al cachorro cuando juegue sin morder. Puedes usar golosinas o caricias para reforzar este comportamiento.
3. Redirige su atención
Proporcionarle juguetes mordedores es clave para evitar que muerda tus manos o mobiliario. Siempre que intente morderte, dale un juguete adecuado.
4. Evita los juegos bruscos
No incites a tu cachorro a jugar con tus manos directamente, ya que esto lo confundirá y hará que relacione las manos con el juego.
Además, puedes encontrar útil consejos prácticos para enseñarle buenos modales a tu cachorro, lo que puede ayudar a mitigar esta conducta.
5. Ignora el comportamiento
Si tu cachorro insiste en morderte, deja de jugar y aléjate por unos minutos. Si se calma, regresa y reanuda el juego.
6. Proporciónele suficiente ejercicio
Un cachorro cansado es menos propenso a morder. Asegúrate de que realice suficiente actividad física y mental.
Recuerda que, si no logras que tu cachorro deje de morder, puede ser útil consultar a un profesional sobre qué hacer con un perro que muerde.
Cuándo buscar ayuda profesional
Si tu cachorro sigue mordiendo de forma agresiva o si la conducta no mejora con los métodos mencionados, es recomendable acudir a un adiestrador canino o un etólogo. Un profesional podrá evaluar la situación y brindarte herramientas personalizadas para corregir el comportamiento.
Recuerda que morder es una parte normal del desarrollo de un cachorro y, con el entrenamiento y la paciencia adecuados, aprenderá a regular su fuerza y a entender qué puede morder y qué no.
Tener un cachorro es una experiencia maravillosa, y educarlo correctamente desde el principio asegurará una convivencia armoniosa y feliz para ambos.