La vacunación antirrábica de perros y gatos se ha consolidado como una de las estrategias más efectivas para evitar la propagación de la rabia, una enfermedad viral que puede resultar letal tanto para animales como para personas. Los organismos públicos, junto a entidades veterinarias, intensifican estos días las campañas de inmunización en diversas regiones, reforzando la importancia de la prevención y el compromiso comunitario.
Además, algunas comunidades autónomas estudian la imposición de la vacunación obligatoria para garantizar la protección de la población y de las mascotas. Las nuevas normativas buscan adaptar las medidas de salud animal a un contexto cada vez más globalizado, donde los riesgos epidemiológicos requieren respuestas ágiles y eficaces.
Progresos normativos: Cataluña plantea la obligatoriedad de la vacuna
Durante una reciente reunión entre representantes del Consejo de Colegios Veterinarios de Cataluña y el diputado Juli Fernàndez, portavoz de ERC en la Comisión de Salud del Parlament, se debatió sobre el proyecto de decreto para establecer la vacunación antirrábica obligatoria en la región. Cataluña, junto con Galicia, sigue siendo una de las pocas comunidades en España donde todavía no existe este requisito, lo que preocupa a los profesionales del sector ante la amenaza real que supone la rabia en un mundo con tantos desplazamientos e intercambio de animales.
El Gobierno autonómico ha manifestado su intención de que la normativa sea una realidad en breve, comprometiéndose a trabajar para agilizar su implementación. Asimismo, se abordó la importancia de una gestión sanitaria eficaz y la necesidad de unificar bases de datos sobre animales de compañía para evitar confusiones y optimizar la vigilancia epidemiológica.
Campañas gratuitas: cobertura y servicios añadidos
El despliegue de campañas gratuitas de vacunación antirrábica es una constante en muchos municipios durante los meses de verano. Por ejemplo, en la ciudad de Bragado y otras localidades, los puntos de vacunación itinerantes recorren los distintos barrios para inmunizar a perros y gatos, de manera accesible y sin coste alguno para los tutores. El formato suele ser por orden de llegada y en horarios amplios. Se recalca que, en caso de lluvia, las actividades quedan suspendidas para garantizar la seguridad de los asistentes y los animales.
En estas campañas, además de la administración de la vacuna antirrábica anual, se ofrecen otros servicios fundamentales: desparasitación, limpieza de oídos, corte de uñas y registro de las mascotas. Algunos operativos permiten, incluso, desparasitar perros, facilitando así los trámites a los responsables de los animales y promoviendo la tenencia responsable.
Estos dispositivos se desarrollan de forma coordinada entre los departamentos de zoonosis municipales y entidades vecinales, y cubren sectores estratégicos para llegar a la mayor parte de la población animal.
Impacto y cobertura en diferentes regiones
En Lima Sur, por citar un caso destacado, en 2024 se instalaron más de 540 puntos de vacunación y se inmunizaron cerca de 185.000 perros, alcanzando una tasa de cobertura superior al 90%. De cara a 2025, la previsión es ampliar aún más el programa, movilizando cientos de brigadas sanitarias y facilitando el acceso gratuito a la vacuna antirrábica en parques, centros de salud y otros espacios públicos.
En otras áreas, como San Salvador de Jujuy, las campañas prevén la administración de más de 120.000 dosis a lo largo del mes, con jornadas continuadas en diferentes distritos. Los responsables municipales destacan la importancia de no dejar sectores sin cobertura y la implicación de la ciudadanía, que acude cada vez en mayor número y mantiene al día el calendario de vacunación de sus animales.
Requisitos y recomendaciones para una vacunación segura
Una constante en todas las campañas es la insistencia en cumplir con ciertas medidas de seguridad y bienestar animal. Se recuerda que los perros deben acudir con correa y, si es necesario, bozal, mientras que los gatos deben ser transportados en cestas o kennels. No se permite la presencia de menores de edad sin acompañante adulto, ni el acceso con otros objetos peligrosos.
Se aconseja llevar el carnet de vacunación para su actualización, y se enfatiza la importancia de recoger los residuos generados y mantener el orden durante la espera. La vacunación es gratuita y obligatoria para perros y gatos con más de tres meses de edad, repitiéndose anualmente para garantizar la protección individual y colectiva.
Los servicios suelen complementarse con educación sobre tenencia responsable, información sobre enfermedades zoonóticas y orientación sobre la identificación y registro de las mascotas. Así, conocer si mi perro tiene rabia ayuda a los tutores a mantener a sus mascotas protegidas y a actuar correctamente ante cualquier sospecha.
El papel de la vacunación en la salud pública
La rabia es una enfermedad viral que daña gravemente el sistema nervioso y puede afectar a todos los mamíferos, incluido el ser humano. En la mayoría de los casos, la transmisión se produce mediante la saliva de animales infectados a través de mordeduras, arañazos o lameduras. Una vez que aparecen los síntomas, la enfermedad resulta mortal en prácticamente todos los casos.
Por ello, autoridades sanitarias y organismos veterinarios recomiendan la vacunación antirrábica anual de mascotas como la mejor herramienta de prevención. Además, el seguimiento de los animales, la vigilancia epidemiológica y la educación ciudadana resultan elementos fundamentales para frenar la propagación de la enfermedad y proteger a la comunidad.
Las campañas de vacunación antirrábica facilitan el acceso a este servicio esencial, cubriendo múltiples barrios y adaptándose a las necesidades de la población. Las jornadas incluyen no solo la inoculación, sino también otros cuidados veterinarios y actividades formativas.
Entre las múltiples iniciativas impulsadas por ayuntamientos, ministerios y colectivos sociales, destaca el carácter gratuito y la proximidad al ciudadano. Los amplios dispositivos logran imunizar a cientos de miles de animales cada año, incrementando el nivel de protección en toda la sociedad.
Con la colaboración creciente entre municipios, veterinarios y ciudadanía, la lucha contra la rabia se refuerza, minimizando los riesgos de brotes y fomentando la responsabilidad compartida en la tenencia y cuidado de las mascotas.