Los perros son animales sociables y dependientes de su manada por naturaleza, lo que hace que busquen frecuentemente la atención de los suyos. Lo hacen mediante determinados comportamientos, que a priori pueden parecernos extraños o molestos, pero la realidad es que están dotados de un gran significado. Por esta razón es importante aprender a identificarlos. A continuación enumeramos cinco conductas que usan estos animales para reclamar nuestra atención.
1. Ladridos constantes. Como hemos comentado en varias ocasiones, cada tipo de ladrido refleja unas emociones diferentes. Con ello puede que quieran advertirnos de algún ruido extraño, que sientan miedo, alegría, quieran jugar… Para comprender lo que nos quieren decir debemos estudiar los tipos de ladridos y sus significados, así como observar los gestos que los acompañan (movimientos de la cola, las orejas, pasos hacia adelante o atrás, etc.).
2. Mordisquean objetos. En ese momento el animal busca llamar nuestra atención, de la manera que sea. Seguramente haya observado que cada vez que muerde alguna de nuestras cosas nos dirigimos hacia él, aunque sea con la intención de regañarle, por lo que es habitual que haga uso de esta “travesura” para lograr lo que quiere.
3. Ofrecernos sus juguetes. Si el can desea jugar nos lo hará saber, y lo más probable es que utilice sus juguetes para ello. Puede que los deje cerca de nuestros pies, en las rodillas, o que simplemente nos mire atentamente sujetando el objeto con la boca. Esta actitud suele ir acompañada de ladridos insistentes y pequeños toques con las patas.
4. Llantos y aullidos. Muy comunes, por ejemplo, cuando el animal se queda solo en casa o cuando pide su comida. Son lamentos insistentes que suele realizar mientras nos mira atentamente, apelando a nuestra compasión. Por otro lado, es importante que nos aseguremos de que estos gemidos no son provocados por algún tipo de dolor o enfermedad.
5. Lametones. Indudablemente, cuando nuestro perro nos lame capta nuestra atención inmediatamente. Él lo sabe y adopta esta conducta para conseguir que le hagamos caso. Puede ser muy insistente, llegando incluso a abalanzarse sobre nosotros para lamernos la cara.