Al hilo de una de nuestras últimas publicaciones, en la que analizábamos la cruel realidad que se esconde tras los criaderos ilegales, en esta ocasión resumimos algunas claves para distinguir si nos encontramos frente a una mafia de este tipo o ante un centro legal. De esta manera, sabremos dónde acudir para adquirir un can de una determinada raza sin actuar contra la ley.
Para empezar, es fundamental que visitemos las instalaciones en persona, a ser posible, acompañados por un experto en la materia. Una vez allí debemos fijarnos en todos los detalles. Por ejemplo, el espacio del que dispone cada animal, si viven bajo techo, si tienen un espacio cómodo para dormir, buen aspecto y una zona para correr. Si detectamos la más mínima señal de duda, lo mejor será que denunciemos el caso.
Es muy importante que tengamos en cuenta la higiene del sitio, es decir, el olor, si hay deposiciones alrededor… Asimismo, debemos observar si los perros se rascan mucho (de ser así podrían tener infecciones o parásitos), o si están demasiado delgados.
Por otro lado, es esencial que el criador nos proporcione determinados documentos que certifiquen el buen estado del can. Por ejemplo, tiene que facilitarnos la cartilla de vacunación, sellada por un veterinario. También debe poner a nuestra disposición una garantía por escrito que demuestre la legalidad del centro.
Respecto al pedigrí, es necesario que exijamos la Hoja de Inscripción de la Camada, que tenemos que presentar posteriormente en la Sociedad Canina, para poder después adquirir el Libro de Orígenes. En este sentido, se recomienda acudir a un criador especialista en la raza. Asimismo, jamás debemos comprar un cachorro menor de dos meses, ya que esto puede acarrear no sólo problemas de salud, sino también una socialización deficiente con los demás perros.
Existen otras alternativas a los criaderos que puede que se adapten mejor a nuestras necesidades. Un ejemplo es la adopción en refugios de perros abandonados; al contrario de lo que se dice, en ellos también podemos encontrar canes de raza pura (suponen un 25% del total). De hecho, existen grupos de rescate dedicados a buscar un hogar a ejemplares de razas específicas. Además, de esta forma les damos una segunda oportunidad.