Durante los meses más cálidos del año de vez en cuando escuchamos decir por las noticias o leemos en las redes sociales personas que, bien por un descuido o bien sabiendo lo que hacían, dejan a su perro dentro del coche con las ventanas cerradas expuesto al sol. Así, el animal no tarda en tener problemas: su temperatura corporal sube rápidamente, y como sólo puede sudar por la boca y sus patas, no puede hacer realmente nada para salvarse. Tan sólo un policía puede romper el cristal de la ventana.
Pero este no es la única causa de golpes de calor en los perros: practicar ejercicio físico en las horas centrales del día o tomar mucho el sol también pueden poner su vida en peligro. Por esto, te vamos a decir cómo actuar si mi perro sufre un golpe de calor.
Si el perro tiene taquicardia, vómitos, problemas para respirar, dificultad para mantenerse en pie y/o la piel azulada, podemos estar seguros de que tiene un golpe de calor. Ante estos casos, es vital actuar lo más rápido posible, llevándolo a un sitio con sombra donde pueda estar en un suelo fresco.
Una vez allí, lo que se debe de hacer es remojarlo bien con agua fresca, sobretodo la cabeza y las axilas. Si está consciente se le debe ofrecer agua o cubitos de hielo para que comience a hidratarse para frenar la pérdida de líquido.
Otra de las cosas que hay que hacer es ventilarlo. Para ello, lo trasladaremos a una habitación donde haya aire acondicionado o un ventilador, o si no podemos, le levantaremos el pelo para que su cuerpo pueda volver a tener una temperatura corporal normal (38-39ºC). En cuanto mejore un poco, lo llevaremos al veterinario para que lo examine.
El golpe de calor es un asunto muy serio. Nunca hay que dejar que el perro esté mucho tiempo expuesto al sol en verano, ya que de lo contrario su vida correría un gran riesgo.