Los perros son estudiantes entusiastas desde el momento en que son muy jóvenes, es más, algunos criadores inclusive comienzan el entrenamiento básico con cachorros de apenas cinco semanas de edad, por lo que nunca es demasiado temprano para comenzar a entrenar.
Podemos comenzar con la pata derecha de nuestro cachorro enseñándole buenos modales desde el momento en que lo llevemos a casa. Cada interacción que tenemos con el cachorro es una oportunidad de aprendizaje y con una guía amable, vamos a ayudarlo a comprender las lecciones más importantes, como por ejemplo, saludar a nuevos amigos sin saltar, cómo esperar tranquilamente la cena y qué hacer con los dientes del cachorro.
Razones comunes para el entrenamiento
Interactuar con el perro de una manera que entrelaza los modales en su vida cotidiana prepara el escenario para el entrenamiento futuro. Además, es más fácil agregar comportamientos positivos al repertorio del cachorro que desentrenar a los negativos.
Las razones más obvias para entrenar a nuestro perro son inculcarle buenos comportamientos y evitar que se desarrollen otros inapropiados, sin embargo, existen otras razones por las cuales trabajar con el perro es importante, como por ejemplo:
Habilidades para la vida: entrenar al perro puede brindarnos como dueño y mascota un lenguaje común y al mismo tiempo le enseñamos al perro a navegar en nuestro mundo.
Libertad: el entrenamiento es el pasaporte del can para el mundo. Un perro bien entrenado puede ir a más lugares, conocer a más personas y tener más aventuras porque sigue las reglas.
Tranquilidad: cuando nuestro perro haya dominado el entrenamiento, no tenemos que preocuparnos de que se vaya a correr por la puerta y no regrese a su casa, ni que nos arrastre por la calle hasta que nos duela el hombro.
Vinculación: trabajar en ejercicios básicos de capacitación en equipo ayuda a consolidar la relación con nuestro nuevo mejor amigo.
Ejercicio mental: los perros necesitan trabajar su cuerpo y su cerebro. A pesar de que muchas lecciones básicas de entrenamiento no requieren mucho esfuerzo físico, el aspecto mental de resolver el ejercicio puede cansar incluso a los cachorros más activos.
Cuándo comenzar el entrenamiento
Los consejos tradicionales sugieren esperar hasta que un cachorro reciba una serie completa de vacunas, pero ahora se entiende que el riesgo de subdesocialización durante este importante período de desarrollo supera con creces el riesgo de una posible enfermedad.
De acuerdo con la Sociedad Veterinaria Americana de Comportamiento Animal, los cachorros pueden comenzar clases de socialización a los primeros siete a ocho semanas de edad. Los cachorros deben recibir un mínimo de un conjunto de vacunas al menos siete días antes de la primera clase y una primera desparasitación y deben mantenerse actualizados sobre las vacunas.
Métodos aceptados para el aprendizaje
El aprendizaje de los perros ha cambiado mucho en los últimos 25 años y ahora sabemos mucho más sobre cómo aprenden los perros y las formas más efectivas de motivarlos. Mientras que el entrenamiento del perro en el pasado dependía de ser el alfa en la relación y requería equipo como collares correctores o collares de choque, la ciencia del comportamiento demuestra que es mucho más efectivo usar entrenamiento de refuerzo positivo, donde el entrenamiento es una actividad de equipo con ambos partes que trabajan juntas para alcanzar los objetivos.
El refuerzo positivo es la metodología sugerida por organizaciones humanitarias, asociaciones veterinarias y entrenadores de perros por igual.
Este tipo de entrenamiento se enfoca en recompensar los comportamientos deseados, eliminando la recompensa por comportamientos no deseados y evitando el uso de castigo físico o miedo para provocar cambios en el comportamiento.
El entrenamiento Clicker es una forma maravillosa de utilizar el poder del refuerzo positivo. El clicker es un pequeño dispositivo que hace un ruido preciso y marca de manera efectiva cuando el perro ha realizado la acción correcta, esto dará sus frutos con una recompensa de comida.
Una vez que el can ha dominado el comportamiento, puede dejar de depender de ellos fuera del clicker y después de esto lo guardamos hasta que sea hora de enseñarle algo nuevo. La preparación de clicker se puede utilizar para todo, desde enseñarle los conceptos básicos como sentarse, bajar y llegar, hasta llegar a modificaciones de comportamiento más complejas para desafíos como la agresión de correa.
Herramientas necesarias para el entrenamiento de nuestro perro
Para comenzar a entrenar a nuestra mascota, tenemos que hacer lo siguiente:
Un collar o arnés: debemos elegir un collar o un arnés que no pellizque o apriete. Con esto el perro debería sentirse cómodo en su collar.
Una correa de longitud fija: es importante que optemos por una correa de entre cuatro y seis metros; cualquier correa más corta podría no darle suficiente espacio al perro para encontrar un lugar para orinar adecuado y cualquier correa más larga podría ser difícil de manejar.
Un clicker: es una herramienta de entrenamiento que hace que el proceso de entrenamiento parezca un juego.
Entrenamiento para ir al baño
El entrenamiento para ir al baño es un comportamiento que el perro puede aprender rápidamente, siempre que se mantenga la supervisión en el cachorro, nos apeguemos a un horario específico y además lo premiemos cuando realice el entrenamiento con éxito.
La supervisión requiere que prestemos mucha atención al perro en todo momento para que de esta manera podamos detectar las señales de pre-orinal.
Es de suma importancia utilizar una caja de tamaño adecuado para los momentos en que no podamos supervisar activamente al cachorro, así como para la hora de la siesta y la hora de acostarse.
Programar la vida del cachorro ayudará a que sus días sean agradablemente predecibles y nos permitirá hacer un mejor seguimiento de sus hábitos de ir al baño. Aparte de programar sus comidas, las horas de la siesta, los horarios de juego y por supuesto, sus viajes al exterior.
Finalmente, debemos asegurarnos de acompañar al cachorro afuera en cada uno de sus viajes al baño. Si solo esperamos hasta que regrese a la casa, el can no establecerá la conexión entre su orinal y el premio.
Cuándo llamar a un profesional
El entrenamiento debe ser un placer tanto para nosotros como para nuestro perro. Por supuesto, a menudo hay desafíos a medida que trabajamos hacia mejorar los modales, pero si llegamos al punto donde nos frustramos porque el entrenamiento con nuestra mascota no da frutos, es hora de obtener ayuda.
La frustración está a solo unos grados de la ira y probablemente no vamos a progresar tratando de entrenar al perro cuando nos sentimos enojados.
También deberíamos considerar traer a un profesional si nuestro perro exhibe un comportamiento que lo pone nervioso, como por ejemplo gruñir o morder, especialmente si tenemos niños pequeños en la casa.
Es más seguro comenzar una modificación de comportamiento con un profesional cuando un perro comienza a exhibir comportamientos problemáticos en lugar de esperar a que se arraiguen.