Cada persona es un mundo, y en cada hogar hay unas necesidades diferentes, por lo que debemos dejar de pensar que cualquier perro sirve para cualquier casa. En realidad hay perros con diferente carácter, por lo que es algo que debemos tener en cuenta a la hora de adoptar un perro. Antes de llevarlo a casa es mejor conocerlo y saber si se va a adaptar.
En general la gran mayoría de los perros tienen una gran capacidad de adaptación y lograrán incluirse fácilmente en la familia, aunque siempre debemos pensar en cuál puede ser el mejor tipo de perro para nosotros. Porque cada persona puede tener un perro que sea perfecto para compartir su vida.
El tamaño del perro es una de las cosas en las que primero se piensa. No es lo mismo tener una gran finca que un piso, por lo que esto hay que tenerlo en cuenta. Pero además hay razas que se sienten mejor en el exterior y otras que no. Los Husky Siberiano por ejemplo son felices en un espacio abierto, mientras que razas como el Yorkshire están más acostumbradas a pasar el tiempo dentro. De todas formas, todos necesitan sus dosis de paseos por el exterior.
El carácter también es importante, ya que un perro tranquilo es mucho mejor para una casa en la que tengamos personas mayores y niños pequeños. Si es un perro enérgico debemos tener en cuenta que tendremos que tener tiempo para hacer deporte con él, sacarlo a pasear y a correr para gastar esa energía.
También hay razas que son más obedientes que otras, algo que nos puede beneficiar si realmente no somos muy buenos educando perros o no tenemos ninguna noción sobre ello. Razas nórdicas deben descartarse si no estamos dispuestos a pasar tiempo educándolos, ya que tienen un carácter bastante más independiente que el de otras razas.