Son muchas las veces que tenemos que llevar al perro a algún sitio y una de las formas más sencillas, sobre todo si son perros pequeños, es la de utilizar un transportín. Estas cajas para transportar animales son muy útiles, ya que ellos van más seguros y además todo resulta más fácil de limpiar después.
Son muchas las personas que utilizan el transportín incluso a la hora de llevar al perro en el coche. Es un accesorio muy práctico si queremos llevar al perro de un lado a otro de la forma más segura. Y además es algo obligatorio en determinados casos, como cuando van en transportes públicos o cuando van en avión, así que todo el mundo debería tener uno adecuado al tipo de perro.
El tamaño es una de las cosas más importantes a la hora de hacernos con un transportín. Se trata de que el perro pueda ir cómodo en el transportín, ponerse de pie y darse la vuelta. Menos de eso no es un tamaño adecuado para nuestro perro. Y aunque tengamos un perro grande, hay transportines de gran tamaño para ellos. Eso sí, estos no los podemos llevar nosotros, y son para llevarlos en el avión o cuando sea obligatorio. También es una buena idea para el coche, ya que si vomitan siempre nos será más fácil limpiarlo todo.
El transportín debe tener un diseño fácil de desmontar y de limpiar. Materiales como el plástico son ideales, ya que se limpia y se seca rápidamente. Es importante mantenerlos desinfectados para el perro, sobre todo si lo llevamos el él por una operación o si tiene alguna herida el perro. Si se desmonta fácil será mucho más sencillo de limpiar y de guardar a la hora de devolverlo a casa. En el caso de los perros pequeños estos transportines incluso pueden ser de tela, aunque son más difíciles de limpiar.