Cómo enseñar a un perro en un piso

Perro grande feliz

Hoy en día las personas que viven en pisos se cuentan por millones, algo que es completamente lógico ya que más de la mitad de la población mundial vive en las ciudades, ya que es ahí donde han conseguido trabajo. Pero, ¿se puede tener perro en esas viviendas?

La respuesta es sí, siempre que el propietario te deje claro 🙂 . En caso de ser así, sigue leyendo para saber cómo enseñar a un perro en un piso.

Dale agua y comida

Perro pequeño en un piso

Es muy básico, pero es importante decirlo: el perro tiene que tener agua potable limpia y fresca siempre a su disposición. Además, es necesario que le demos de comer con una comida de alta calidad, que no contenga cereales ni subproductos, todas las veces que sea necesario dependiendo de su edad, salud y actividad diaria.

Para evitar que ensucie el suelo, en las tiendas de animales encontraremos unas especies de alfombrillas (similares a las que se venden en las tiendas de informática para el ratón del ordenador) sobre las cuales podemos poner el bebedero y el comedero. Son muy fáciles de limpiar y evitarán que el animal deje rastros de comida por donde no debe.

Adiéstralo desde temprana edad

El can necesita aprender una serie de cosas para poder vivir en sociedad. Por eso, hay que empezar cuanto antes a enseñarle, y qué mejor que hacerlo dentro de la vivienda donde no hay tantos estímulos como sí los hay en el exterior. Pero, ¿cómo hacerlo?

  • Siempre hay que utilizar una misma palabra para cada orden. Por ejemplo, si queremos que se siente, diremos »Sit» o »Sienta», o si queremos que se esté quieto, le diremos »Quieto».
  • Hay que evitar pronunciar su nombre antes de la orden, ya que podría no respondernos. Es mejor decir »Ven Kira», que »Kira ven». ¿Por qué? Porque su nombre es una palabra que vamos a repetir mucho durante toda su vida, y debe de tener un significado neutro para él.
  • Aprovecharemos los muebles para enseñarle cosas. Si hay algo que le encanta al peludo y que además le relaja mucho es olfatear. Por eso, podemos esconder golosinas entre los cojines o debajo de los muebles (siempre en una zona accesible), decirle »Busca» y ver cómo disfruta.
  • En el caso de que no queramos que se suba al sofá o a la cama, no hay que dejar hacérselo ni un sólo día. Cada vez que lo pillemos en alguno de estos muebles, lo haremos bajar señalando con el dedo el suelo y diciéndole »Baja». Si no hace caso, cogeremos una golosina que sepamos que le guste mucho, se lo colocaremos delante de su nariz y, a medida que el animal se vaya moviendo, iremos bajando el brazo de manera que la golosina quede en el suelo. Cuando finalmente el perro se haya bajado, se la daremos y aprovecharemos para acariciarle y decirle »muy bien».
  • Nunca tenemos que pegarle ni maltratarle de ninguna manera. Si le gritamos, le pegamos o lo tratamos mal el perro va a vivir con miedo hacia nosotros, hacia su familia, lo cual significa que no va a vivir tranquilo. Va a ser un animal que puede ladrar por sentirse solo, que puede destrozar todo lo que encuentre en nuestra ausencia, que puede llegar a caer enfermo debido a la tensión y al estrés acumulado. Si vamos a tener un animal en estas condiciones, es mejor no tenerlo.

Para más información, recomendamos leer este artículo.

Enséñale a no hacer ruido

El perro se expresa con su lenguaje corporal, pero a veces también usará los ladridos y los gemidos. Es algo completamente natural para él, y sería muy cruel que le negáramos el derecho a expresarse de esa forma. De hecho, extirparle las cuerdas vocales está prohibido en países como España.

Lo que se tiene que hacer es enseñarle a ser feliz. Así difícilmente ladrará por las noches o cuando esté solo. Para ello, lo que debemos de procurar es de sacarlo a pasear todos los días y de dedicarle todo el tiempo posible.

Cástralo para evitar camadas no deseadas

La superpoblación de perros es un problema que está lejos de solucionarse. Son muchas las personas que quieren hacer criar a su perro y que luego no saben qué hacer con los cachorros. Muchos de estos pequeños acabarán en las calles o sacrificados en las perreras.

Para evitarlo, tenemos que llevar a castrar a nuestro perro cuando tenga una edad de seis meses si es hembra, o de siete meses si es macho.

No lo dejes fuera

El perro debe vivir con nosotros. Aunque tengamos un balcón o un patio, el can merece vivir en familia, con la familia. Si lo dejamos en el exterior todo el día, se va a sentir mal y podría hacerse daño.

Border Collie sentado en su casa

Con estos consejos nuestros perros podrán vivir felices en un piso.


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