Todos los que tenemos o hemos tenido perros sabemos o podemos intuir que tienen memoria. Al llegar a casa, por ejemplo, se ponen muy contentos al vernos, o cuando les enseñamos la correa justo antes de salir a pasear. Sin embargo, puede que tengamos dudas sobre cómo es la memoria de un perro realmente.
Así que si ese es tu caso, no te preocupes. A continuación vamos a hablar largo y tendido sobre un tema tan interesante como lo es el de la memoria de uno de los mejores amigos del ser humano.
¿Los perros tienen memoria?
Antes de nada, vamos a resolver una de las dudas que mucha gente tiene. Estos animales sí tienen memoria, pero a diferencia de nosotros, no la tienen episódica (es decir, no son capaces de absorber, retener y sellar los episodios en alguna parte de su cerebro), sino que la tienen asociativa.
La memoria asociativa es aquella que les permiten asociar algunas cosas y convertirlas en recuerdos. Esto explica por qué se pone tan contento al ver la correa, ya que sabe bien que eso significa paseo… y eso le encanta (siempre y cuando no haya sido maltratado, claro está, en cuyo caso lo que hará será alejarse todo lo posible de la correa).
Su memoria es a corto plazo, pero con matices
Los perros viven el momento. Desde su origen lo hacen así, ya que en la naturaleza no da tiempo de pensar en el pasado ni mucho menos en el futuro. Si un animal lo hiciera, no tardaría mucho en ser eliminado. La ley de la supervivencia les exige a todos que vivan el ahora, intentando adaptarse lo mejor que puedan a las distintas situaciones que puedan surgir a lo largo del día.
Aunque hace ya 10 mil años que estos animales viven con los humanos, en lo que a sobrevivir se refiere siguen siendo casi iguales que sus antepasados más remotos: los lobos. Pero ellos saben que cuentan con nosotros para salir adelante. Ahora bien, si se topan con una persona que no los trata bien, entonces guardarán en su memoria esos malos recuerdos… los cuales luego serán difíciles -aunque no imposibles- de ayudarles a olvidar.
El respeto y la confianza son la base de una buena amistad entre perro y humano
Cuando decidimos convivir con un perro es muy importante que nos aseguremos de que tiene todo lo que necesita. Y cuando digo »todo» me refiero a agua, comida, un lugar seguro y limpio donde vivir, juguetes,… y también cariño, respeto y confianza. Sin estas últimas tres cosas será muy difícil que el peludo sea feliz.
Por eso, cuando queramos adiestrarlo lo mejor que podemos hacer por él es utilizar el refuerzo positivo. Además, debemos entender que para poder asimilar conceptos y aprender, su memoria solo tiene 10-20 segundos a partir de que se le haya dicho la orden para asociar la palabra con la reacción que se espera de él. Es por ello por lo que cuando se le regaña a los, por ejemplo, 30 minutos después de haber hecho una travesura, no tiene ni idea de por qué el humano se ha enfadado o sentido molesto.
¿Cómo ayudar a un perro maltratado?
Ahora que sabemos que la memoria de un perro es capaz de recordar sucesos o muy alegres o muy tristes, podemos hacernos una idea de lo mal que lo pasa cuando está siendo o ha sido maltratado. Los movimientos bruscos, los gritos, el abandono,… todo esto lo tiene en su cabeza, y necesita a alguien para que le ayude a olvidar. ¿Cómo?
La respuesta es tan sencilla como compleja: con cariño, paciencia y respeto. Intentar ganarse su confianza con caricias y golosinas es un buen punto de partida. No hay que obligarle a hacer nada que no quiera. No grites, ni hagas movimientos bruscos, ni ruido de ningún tipo (ni siquiera poner la música con el volumen alto).
Poco a poco irá dejando su pasado atrás. Pero a veces puede necesitar algo más de ayuda, y esa se la podrá dar un educador canino que trabaje en positivo, por lo que te recomiendo consultar con uno si no tienes ni idea de cómo ayudar a tu peludo, o si ya ha pasado mucho tiempo y todavía no has conseguido resultados.
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