Quien tiene un perro quiere que sea feliz, y para eso no es de extrañar que acabe comprándole muchos juguetes. Pero, por muchos que tenga el animal, suele ocurrir que se »enamora» de uno solo. Ya sea porque hace mucho ruido, o porque le encanta mordisquearlo y/o perseguirlo, esa pelota, mordedor o frisbee es su favorito y va a volverse loco de alegría cada vez que te vea con él. Pero hay que tener cuidado con esto.
Si se maneja mal la situación más tarde o más temprano surgirán problemas. Por eso, si te estás preguntando cómo evitar que mi perro se obsesione con los juguetes, a continuación te ofreceré muchos consejos que te serán útiles para lograr que el juego sea siempre una experiencia divertida.
¿Por qué se obsesionan con los juguetes?
Antes de nada, vamos a ver por qué se obsesionan; de esta manera nos será mucho más fácil evitar que le ocurra a nuestro perro. Pues bien. La respuesta en realidad es más sencilla de lo que pueda parecernos en un principio:
Aburrimiento
Sí, puede que te sorprenda, pero es una de las causas. Es el típico caso del perro que pasa tiempo solo (o que no recibe la atención adecuada) al que se le compra un juguete pensando que así se entretendrá. El animal se pasa horas y horas con él. Cuando se despierta, lo tiene al lado. Cuando se siente solo, se pone a mordisquearlo. Cuando no sabe qué hacer, puede que con su nariz o sus patas lo tire un poco lejos para ir luego a buscarlo.
Con el paso de los días, lo que tenía que ser un pasatiempo se convierte en una obsesión.
Utilizamos solo un juguete
Las sesiones de juego, así como las de adiestramiento, tienen que ser divertidas, además de didácticas. Pero cuando utilizamos siempre el mismo juguete, día tras día, el perro acabará por obsesionarse con él hasta el punto de que, cuando decidamos cambiárselo, no conseguiremos que nos preste atención.
¿Qué hacer para evitarlo?
Si queremos evitar que nuestro amigo peludo de cuatro patas se obsesione con los juguetes tenemos que hacer lo siguiente:
Comprarle varios y guardarlos
Hay que intentar evitar caer en el error de pensar que el perro se entretendrá sanamente por su cuenta. Conseguir que tanto su salud física como emocional sea buena no es difícil: tan solo hay que comprarle varios juguetes y utilizarlos cuando sea necesario, como durante una sesión de adiestramiento o de juego. El resto del día puede tener uno a su alcance, pero no debe de ser siempre el mismo y, desde luego, nunca su favorito ya que éste tenemos que guardarlo para ocasiones especiales (adiestramiento fuera de casa, por ejemplo).
Premiarlo con otras cosas
Darle un juguete no es la única forma de premiar a un perro: también lo es darle una golosina, acariciarle, sacarlo a pasear… Este animal es muy agradecido: con un simple y pequeño detalle se sentirá más que premiado. Además, ir variando los premios nos servirá a nosotros para cuando tengamos que recompensarle por su buen comportamiento y no llevemos encima por ejemplo un juguete o una golosina.
Enséñale a compartir sus juguetes
Esto es muy importante sobretodo si tenemos intención de tener otro perro o queramos llevarlo al parque para perros. Para esto, lo que hay que hacer es enseñarle a soltar el juguete. ¿Cómo? Hay que dedicar varias sesiones a hacer lo siguiente:
- Primero, lo llamamos.
- Después, le pedimos que se siente y le damos una golosina.
- Luego, le damos un juguete y jugamos un ratito con él.
- Al terminar, si tiene el juguete en la boca le mostraremos una golosina, le diremos »Suelta» cuando esté a punto de soltar el juguete, y le daremos la golosina cuando lo haya hecho.
Hay que repetir estos pasos muchas veces, pero al final acabará entendiendo qué es lo que queremos y podremos utilizar el comando »Suelta» cada vez que veamos que el juego se vuelve un poco intenso.
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