Muchas veces, los propietarios de un perro (ya me parece un poco desatinado el término “propietario” para referirse al papel que cumplimos los humanos, dentro de la relación existente con nuestro mejor amigo canino) no somos conscientes de la tremenda influencia que ejercemos sobre la vida del perro y como una decisión que tomemos sin meditar, puede cambiar totalmente la vida de nuestro perro. Y esto en el caso de los perros recién adoptados puede ser un gran problema.
El no entender bien cómo funciona la mente de un perro, unido a una muy mala cultura popular con respecto a cómo ha de tratarse a nuestras mascotas, son muchas veces una combinación super-destructiva y que lejos de ayudar a nuestro perro a integrarse y ser más feliz, lo someten a un estrés que se acabara convirtiendo en un problema para el, y seguramente para nosotros. Si además resulta que el perro, viene de pasar una temporada en el Refugio Canino o en la Perrera, seguramente, estos dos factores que he mencionado antes, pueden complicar mucho la llegada del nuevo miembro de la familia. Sin más, os dejo con la entrada Como hacerle la vida más fácil a mi perro. No os lo perdáis.
Sería muy interesante, que para una mejor comprensión de lo que voy a narrar en este artículo, antes os leáis los artículos Educando a nivel emocional: El estrés (la serie de artículos completa) y El estrés que provocamos lo humanos I y II. En ellos entenderéis claramente cuál es el funcionamiento de los Mecanismos del Estrés en nuestras mascotas y cómo afecta ello a su educación.
En este artículo vamos a hablar sobre como afectamos la vida de nuestro perro desde una mala educación y como mejorar la vida de nuestro perro, ayudándole a estar más relajado y que así pueda entendernos mejor. Vamos al lio…
En búsqueda del perro ideal
Quiero un perro que sea bueno
Casi todo el mundo tiene esa idea en la cabeza cuando decide introducir un perro en su vida, ya que todo el mundo es mínimamente consciente, que una decisión de ese tipo conlleva una serie de obligaciones y deberes para con el animal (y para la sociedad) mínimas, con las cuales el perro no sea un peligro para si mismo, o para nosotros y nuestra familia (para la misma sociedad si me apuras) y podamos disfrutar de él con total despreocupación y libertad.
Sin embargo, muy pocas personas son consecuentes con la situación de educar a un animal, y se preparan para ello. La mayoría basa toda su cultura alrededor de cómo educar correctamente a un perro, en la cultura popular y en la educación recibida, y eso muchas veces, como resultado final, lo que se obtiene es una tragedia. Si queridos míos, habéis leído bien…tragedia…
Cualquier persona adulta, se cree con posibilidades de educar un perro, ya que cree que es bastante con la violencia y la intimidación para lograr apaciguar o eliminar ciertos comportamientos con los que no está de acuerdo con su mascota. Esta es una idea que hay que intentar cambiar cuanto antes.
Queremos perros que estén 12 horas encerrados en casa, sin mearse ni cagarse dentro, que no se muevan de un balcón de 2 m2, que coman pienso, que salgan 20 minutos, atados y con bozal, y además queremos que estén serenos y sean felices. Pues va a ser que no. Eso no es posible. Por lo menos en un perro sano.
Como educo a mi perro
Es fácil entender, que educamos como nos han educado. Está demostrado que niños los cuales han sido maltratados por sus padres durante la niñez, tienen más posibilidades de ser maltratadores que los que no lo han sido. Es algo que vemos en nuestra sociedad.
Nunca será algo positivo ni se obtendrán buenos resultados, con la utilización de métodos coercitivos a la hora de educar, y mucho menos si aplicamos esos métodos en cachorros, es más, esa forma de educar desde pequeño a un animal, es la mayor fuente de problemas existente entre perros y humanos.
Las emociones en la vida
Uno de los grandes problemas que tienen los sistemas de enseñanza basados en la transmisión de conocimientos vía la memoria, es que tienden a ser desagradables y aburridos, ya que no tienen en cuenta los instintos y necesidades del individuo, sea animal o persona, con lo cual hay que motivar de alguna manera al discente a que se obligue a si mismo a memorizar, y lo que nos dice la teoría popular, es que no hay mejor manera de obligar que no sea el castigo físico. Nada más lejos de la realidad.
Ya hace tiempo que los educadores y formadores a nivel mundial, se dieron cuenta que los conocimientos se obtienen a nivel emocional, y eso dentro de la educación reglada común, suele fallar al ser un tema que no se contempla para nada.
Este hecho es el que hace que sea prácticamente imposible obtener conocimientos de alguien que nos cae mal, ya que ofreceremos todo tipo de resistencias a su mensaje, o el que hace que escuchemos tan a gusto a una persona que nos cae bien y no ofreceremos resistencia a su mensaje de ninguna manera.
Es fácil entender por lo tanto, que la Educación emocional recibida, repercutirá en nuestro nivel de Inteligencia Emocional y como esto influirá enormemente a la hora de nosotros poder transmitir nuestros conocimientos o guiar a un animal por un proceso tan complejo como es la experiencia de enseñanza-aprendizaje, desde sus primeras etapas hasta su vejez.
Educar desde el miedo
Cualquier persona no está preparada para educar, y eso es fácil de ver hoy en día con solo irnos a una Zona de Esparcimiento Canino de las que hay en cualquier ciudad, o más fácil aun, salir al lugar donde se suele juntar la gente con perro en tu barrio.
Normalmente, los seres humanos y los perros estamos vinculados por un lazo emocional, lo cual hace que fácilmente, las acciones de mi perro tengan una consecuencia emocional en mí. Nuestro perro nos mueve emociones, y esto es muy importante de entender, nosotros a ellos también.
Conozco a mucha gente, que va por la calle con un cachorro y no dejan que se acerque a ningún perro. No quieren que su perro tenga contacto con otros perros. Y eso es un error de novato muy grave.
Si voy caminando por la calle y mi perro cachorro, que todavía es bebé y no se sabe expresar bien, se encuentra con otro perro y lo monta, eso puede crearnos cierta vergüenza y ante esa emoción, tirar de la correa del perro y reñirle. Esto es todo lo contrario a educar.
Necesidades e Instintos
En ese anterior ejemplo, no se han tenido en cuenta las necesidades y los instintos del animal, y solo hemos reaccionado ante algo que para nosotros es un gesto sexual y que si se lo hace a otro perro de su mismo sexo, pues según quien sea el dueño, sentirá más vergüenza aun, lo cual lo hará más traumático para nosotros. Sin embargo, tenemos que ver cómo afecta esto al perro, sobre todo emocionalmente y más cuando es un cachorro.
Esta situación que he descrito en el ejemplo anterior y como ya he dicho, no solo no resuelve nada, sino que genera en nuestro mejor amigo una serie de emociones negativas, que asociara al momento y se convertirá en un problema de comportamiento en el futuro. De hecho es una de las formas más directas de hacer nuestro perro reactivo con la correa, y que cada vez que alguien, ya sea humano o perro, pase por su lado reaccione de manera brusca o agresiva.
Hay que buscar información
Desde antes de tener a nuestro amigo con nosotros, para que luego no haya problemas mayores. Tenemos que meditar bien la situación, para no provocarnos un problema a nosotros mismos y lo que es más importante a un animal.
Es por ello que hay que tener en cuenta, factores como de cuánto tiempo disponemos, donde vivimos o cual es nuestra situación económica, ya que todo está influenciara la vida de nuestro perro y su bienestar. Por ejemplo, si soy una pareja de personas de mediana edad, que trabajamos fuera de casa 50 horas semanales y llegamos cansados, lo mejor será no pensar en un cachorro, ya que en sus primeras etapas de vida necesitara muchos cuidados y atenciones. Lo mejor para este caso, es un perro de adopción de edad adulta, que sea muy tranquilo, y tenga unas energías parecidas a las nuestras. Esto es casi de pura lógica.
Mirar desde otro enfoque
Si buscamos un ejemplo un poco diferente, si somos una familia con varios miembros, de diferentes edades, y somos muy enérgicos y deportistas y entre todos disponemos de tiempo, un cachorro de una raza con altos niveles de energía y recomendada para niños es lo mejor.
En definitiva hay que buscar lo que se adapte mejor a nuestras necesidades, y dejarnos de modas, ya que la vida de un animal es lo que está en juego.
Los problemas de adaptación de un perro a su familia, suelen ser la principal causa de abandono, y un 95% de ellas hubieran podido ser evitadas, si los humanos hubieran contado con ayuda especializada antes de la elección de su mascota.
Es curioso cómo siendo uno de los servicios más importantes que se puede contratar de un Educador o un Etólogo, es uno de los servicios menos demandados.
Facilitándole la vida a mi perro
Hay que prepararse
A partir de aquí vamos a ver cuáles son algunas formas prácticas que cualquiera puede tener en su vida diaria con su perro, y que harán más fácil la educación y la integración de nuestra mascota en nuestra familia.
Alejarse de viejas concepciones, de la cultura popular y de las modas, debería de ser una de las primeras decisiones que tomemos antes de pensar siquiera en incluir un perro en nuestra familia.
Tener la idea de que podemos adoptar y educar a cualquier tipo de perro de la raza y condición que sea, sin preparación ninguna, es la manera más fácil de provocarnos un problema a nosotros mismos y al animal.
Es por ello que hay que ser muy consecuente con la decisión de adoptar un ser vivo, y no escoger por los motivos antes mencionados.
Necesidades que hay que cubrir
Un perro al igual que un humano, tiene unas necesidades básicas que cubrir, o si no las tiene cubiertas, esto le hará sufrir de estrés, y eso es lo menos indicado para poder tener un perro equilibrado y obediente. Estas necesidades son:
Agua:
El perro necesita agua fresca para poder hidratarse. Los perros son animales que sufren mucho las altas temperaturas al tener mucha dificultad para eliminar el exceso de calor en su sistema. Los perros no sudan apenas y regulan su temperatura por la boca. El perro necesita tener agua fácilmente accesible, y en un recipiente de gran capacidad (más de 20 litros), a ser posible de barro cocido. Este recipiente debe de ser lavado con regularidad
Comida sana:
Esto es todo lo contrario a darle una dieta basada exclusivamente en piensos industriales, aunque sean de la máxima calidad. La dieta de un perro debe de ser variada, y basada en productos frescos, y cuanto menos cocinados mejor. En mis artículos Los perros y el estrés alimenticio e Historia de la industria de piensos para perros, cuento por qué, y en mis artículos 5 Recetas para perros sanos o Guía de Alimentación Canina te doy información sobre como cocinarles y recetas.
Micción/Defecación:
Tema espinoso donde los haya. Hay que armarse de paciencia y tener en cuenta varios factores. Los perros son animales limpios y no les gusta hacerse sus necesidades dentro del hogar, esto lo hacer normalmente porque son cachorros o porque están sufriendo cualquier tipo de estrés. El estrés les lleva a tener más ganas de orinar, sufriendo la llamada Incontinencia Imperiosa, que también sufrimos los humanos. Es muy importante NO REÑIRLES CUANDO LO HACEN, bajo ningún concepto. El animal no quiere hacerlo, así que como responsables de él, debemos de estudiar el tema con detenimiento, consultando un experto si hiciera falta, y desarrollar e iniciar una serie de protocolos que nos ayuden a solventar la situación desde el entendimiento de la situación en la que se encuentra nuestro animal, y por supuesto, SIEMPRE sin violencia ni métodos coercitivos.
Temperatura:
El perro tiene problemas para eliminar el calor, ya que están diseñados para guardarlo. Es por ello que tenemos que tener especial atención a este tema. El perro prefiere un sitio alto y blando para dormir en Invierno (el suelo esta frio y duro, y eso les provoca problemas a la larga). En verano tenemos que asegurarnos que siempre tiene un sitio cómodo y fresco donde estar. Hay que tener especial cuidado con las razas nórdicas en lugares con muy altas temperaturas. Un Huski Malamute, no está hecho para aguantar los 48º de la Canícula Sevillana.
Afecto y Contacto físico:
Los perros son animales sociales, los cuales demuestran su aceptación, predilección y amor por unos individuos u otros mediante muestras de afecto y cariño. Este afecto y este cariño pueden ser un problema, si no entendemos bien la manera en la que funciona la mente de nuestro perro, ya que tanto la falta como el darles demasiado, pueden ser una fuente inagotable de problemas.
Para mi la mayor muestra de afecto que puede uno dar por su perro, es la de sacarlo bien temprano por la mañana, esforzarse por que el perro tenga su tiempo para cada cosa, tener paciencia con el, y en definitiva cubrir las necesidades del animal, aunque a veces eso sea a costa de nuestra comodidad. Sobre este tema, buscad información en Internet y formaros vosotros una opinión.
Comunicación:
Esta es una de las más importantes según mi punto de vista. El perro es un animal social, y necesita comunicarse con otros miembros de su especie, así como con otros individuos de otras especies con los que tenga contacto. Tenemos que facilitar la comunicación de nuestras mascotas con otros individuos, ya que el perro es un animal tremendamente social y la falta de comunicación se manifiesta generalmente, moviendo emociones en el perro como son la frustración, el miedo o la ira, lo cual acaba siempre generando una conducta no deseada en el animal.
Debemos de preocuparnos mucho por este tema, y si nuestro perro genera una conducta negativa contar con un profesional. Hay que dejar que nuestro perro se acerque desde muy cachorro a todo tipo de perros y personas, debemos de dejar a un lado miedos innecesarios, y hacer de nuestro perro un mejor comunicador, proporcionándole el espacio y dejándole relacionarse. Busquemos siempre, perro que tengan una energía parecida a la de mi perro, y no le dejemos jugar con cualquier perro, si no solo con los que veamos que le aportan algo.
Seguridad:
Esta muy importante también. Un perro inseguro es un perro miedoso a priori, y eso no es bueno. Si estamos todo el día riñéndole, diciéndole que se calle, chillándole, pegándole, no podemos esperar que sea un perro seguro de sí mismo, sobre todo si lo hacemos desde su más tierna infancia. También hay que procurar que tenga un espacio para el, donde el pueda irse a descansar y nadie le moleste. Un trasportín es ideal para esta misión, solo hay que educarlo a entrar dentro. Otra cuestión es el tema de los niños.
Mucha gente piensa que el perro debe de aprender a “tolerar” todo lo que el niño le haga, y nada más lejos de la realidad. Hay que proteger siempre al perro del niño, y educar desde pequeño al niño para que no golpee ni maltrate al animal, así como a que respete sus espacios. Esto es vital para los dos. Según las estadísticas, un 90% de las mordidas de perros a humanos, son a niños de entre 5 y 13 años, por parte del perro de la familia que nunca había mordido a nadie. Hay que educar tanto a niños como a perros.
Curiosidad:
Los perros son animales curiosos por naturaleza, y eso tiene su importancia. Los humanos tendemos a reprimir ciertas actitudes de nuestro perro, de una manera casi compulsiva. Si nuestro perro se acerca a oler una micción o una defecación de otro perro, es para poder comunicarse y obtener información de los perros que se encuentran en su entorno. Es algo natural. No debemos reprimir esta conducta, ya que en ese momento estamos evitando que nuestro perro reciba información que para el es vital que reciba.
Mucha gente reprime esta conducta y riñe a su perro, tildándolo de “guarro” o “cochino” o similares, al ser una conducta en la sociedad humana que son consideradas aberrantes. Sin embargo, es necesario dejar de lado esos tabúes y empezar a mirarlo desde el punto de vista, que es vital para nuestros perros poder oler esos pipis y esas cacas.
También es necesario que lo dejemos oler tranquilo otras cosas, acercarse a ellas, y dejarle investigar por su cuenta. Si no se acerca a esa naranja ácida y verde, y la muerde, nunca sabrá que es lo que ocurre, y cada vez que vea la naranja supondrá un foco de estrés para el.
Dejándole ser perro
Una cuestión para mi muy importante, es darle nuestro perro la oportunidad de ser perro, y no humanizarlo. No podemos exigirle a un perro como a un humano, ya que el está totalmente fuera de lugar en nuestra sociedad, ya que las ciudades y normas humanas no están hechas para ellos. Este tema hay que tenerlo muy en cuenta.
Y sobre todo…
Y sobre todo lo demás dicho, nuestro perro tiene derecho a fallar. No dejarle espacio ni oportunidad a nuestro perro a la equivocación, es algo cruel e innecesario totalmente, ya que todos fallamos a veces, incluso nosotros mismos.
Despedida y Cierre
Sin más, deciros que espero vuestros comentarios y dudas sobre este articulo más abajo. Un Saludo y cuidadme a vuestros perros.
Grande amigo!!! Buenos consejos para poner en práctica ^_^