Las garrapatas son unos de los parásitos que más molestan a nuestros perros. Basta con que salgamos de casa para que se pose alguna sobre su cuerpo, pudiéndole llegar a ocasionar picor e incomodidad, como mínimo.
Hay que tener mucho cuidado con ellas y mantener al peludo protegido en todo momento, ya que estos parásitos pueden transmitir enfermedades. Por lo tanto, vamos a ver cómo identificar una picadura de garrapata.
Para saber si el animal tiene parásitos, y en concreto, garrapatas, tenemos que inspeccionar bien todo su pelaje, de manera que le podamos ver la piel. Para ello, nos podemos ayudar con un peine. Peinándole en sentido contrario, nos será muy sencillo ver si tiene o no estas indeseadas compañeras. Las garrapatas se verán como pequeñas arañitas de color negro que pueden estar corriendo rápidamente por el perro o bien pueden estar ya adheridas a su piel.
Cuando se alimenta de sangre, su cuerpo se hincha y se tona de un color rojizo, de modo que nos puede resultar aún más sencillo encontrarla. Pero tenemos que saber que, si está lo suficientemente alimentada, continúa hinchándose hasta volverse grisácea.
Si la garrapata se suelta, veremos que le ha dejado dos pequeñas marcas de color rojo muy suave, casi imperceptible, en la piel. En el caso de que le provoque una reacción alérgica, la zona se volverá roja e incluso puede hincharse un poco, con lo cual, el perro se rascará con frecuencia para aliviar el picor.
Para evitarlo, es muy importante que le pongamos algún antiparasitario, especialmente en primavera y verano. De esta manera, nos aseguraremos de que ningún parásito, sea pulga o garrapata, pueda molestar a nuestro querido amigo. En las tiendas de animales encontraremos de varios tipos: sprays, collares y pipetas. Cualquiera de ellos puede ser muy útil para este fin. En caso de duda, siempre es mejor consultar con un veterinario.