Son muchas las personas que juegan con su perro. Es algo que todo el mundo debe de hacer para mantenerlo anímicamente sano. Pero, el juego es mucho más que pasárselo bien. A través de él, el peludo puede aprender cosas muy positivas como a no morder o a controlar la intensidad con la que juega, pero también cosas muy negativas como puede ser no relacionarse correctamente con los demás.
Por eso, en Mundo Perros vamos a explicar cómo NO hay que jugar con el perro, es decir, qué cosas tenemos que evitar hacer cuando estamos jugando con nuestro amigo de cuatro patas.
Gruñir
Los perros durante el juego gruñen. Es un comportamiento totalmente natural y no debe de preocuparnos a menos que la situación empeore y se les erice el pelo y/o se miren fijamente con intención de atacarse. Pero nosotros no somos perros. Si gruñimos cuando estamos jugando con nuestro can podríamos estimular su instinto de ataque.
Moverlo bruscamente
¿Cuántas veces has visto a alguien ponerle una mano en el pecho y moverlo de un lado a otro? Si hace lentamente puede que incluso le guste, pero si se hace rápidamente, con movimiento bruscos, le hará sentirse muy incómodo.
Jugar con un mismo juguete
El perro debe tener un juguete que le encante, pero no hay que utilizarlo siempre. De hecho, es mejor ir alternando y utilizar su juguete favorito en aquellos momentos en los que por ejemplo hayamos terminado la sesión de adiestramiento y/o cuando nos lo llevemos al parque para perros, pues así podremos atraer más rápidamente su atención.
No hay que maltratarlo
Aunque sea obvio, hay cosas que hacemos o que dejamos hacer que hacen mucho daño al perro, como tirarle de la cola, dejar que los niños pequeños se suban encima de él o meterle los dedos en los ojos. Con esto sólo conseguiremos que más tarde o más temprano pierda la paciencia y ataque. Sin respeto no puede haber amistad.
Espero que te haya sido de utilidad.