La artritis es una enfermedad de las articulaciones que no solo afecta a los humanos, sino también a nuestras mascotas. La artritis provoca la inflamación de las articulaciones, lo que lleva al dolor y la rigidez en la zona afectada. No hay que confundirla con la artrosis, que es una enfermedad degenerativa que provoca la destrucción de los cartílagos. En ambos casos, la movilidad se ve afectada, aunque el origen es diferente y el tratamiento también.
La enfermedad de la artritis puede afectar a los perros a cualquier edad, pero desde luego hay factores de riesgo que hacen que se multipliquen las posibilidades de que el perro sufre este problema. Los perros mayores, de más de ocho años son propensos, pero también hay razas que pueden tener más problemas en sus articulaciones, como las razas gigantes. Estos problemas afectan mucho menos a las razas pequeñas.
Es difícil determinar con exactitud la dolencia de un animal, porque ellos no nos pueden decir exactamente en dónde les duele, pero lo cierto es que si nos fijamos podemos darnos cuenta de cual puede ser más o menos el problema. Esta clase de dolores suelen llevar a que el perro se encuentre apático y no tenga ganas de jugar e incluso de comer. Este problema es general en cualquier enfermedad del perro, pero nos dice que algo con nuestra mascota va mal. Si nosotros no somos capaces de determinar qué pasa, lo mejor es acudir a un veterinario para hacer un chequeo general.
En el caso de la artritis, este problema provoca dolor en las articulaciones, y también rigidez. Si al perro le cuesta cada vez más subir escaleras, levantarse y sentarse, puede ser que la enfermedad está avanzando. También debemos tocar con cuidado sus patas, y si se queja sabremos que ahí reside el problema. En muchos casos, debido al dolor, los perros lamen constantemente la zona para aliviarlo.