Especialmente cuando se acerca el invierno, nuestro peludo puede coger un resfriado. Durante unos días va a sentirse con malestar, y puede que no le apetezca comer tanto como antes. Además, es muy posible que no quiera alejarse mucho de la estufa.
Si bien no es una enfermedad grave, es importante conocerla para poder ayudar a nuestro can a recuperarse lo antes posible. Por ello, te vamos decir cómo saber si mi perro está resfriado.
¿Cuáles son los síntomas del resfriado en perros?
El resfriado en perros es una enfermedad vírica muy contagiosa que puede estar provocada por la Parainflueza o bien por el Adenovirus de tipo 2. Nuestro amigo puede acabar resfriado si otro animal lo contagia, o si está expuesto al frío de forma continuada. Una vez que el virus entra en su organismo, el peludo empezará a tener estos síntomas:
- Ojos llorosos
- Pérdida de apetito
- Fiebre
- Malestar general
- Secreción nasal
- Estornudos
- Tos
- Congestión
Como vemos, son prácticamente los mismo que tenemos nosotros cuando cogemos uno. Afortunadamente, la gran mayoría de las veces al cabo de 1 o 2 semanas el organismo es capaz de sobreponerse y de eliminar el virus. Sin embargo, a veces puede ocurrir que el estado empeore, llegando a tener dificultades para respirar. En estos casos, debemos de llevarlo al veterinario lo antes posible.
¿Cómo se trata?
El resfriado no tiene tratamiento, pero sí que podemos hacer varias cosas para ayudar a nuestro perro a mejorar:
- No sacarlo fuera si hace frío: es quizá lo más importante. Si llueve, graniza, hiela o sopla mucho el viento, no lo sacaremos. Asimismo, tampoco debemos dejarlo fuera de la casa en ningún momento.
- Dejar que descanse: el reposo le ayudará a recuperarse.
- Animarle a beber y a comer: durante al menos estos días, será muy importante darle caldo de pollo, o bien remojarle comida húmeda para perros (latas) con agua templada.
- Evitar contagios: si hay más perros en casa, será necesario mantenerlos separados.
- Darle miel: la miel es un eficaz remedio para el resfriado. Le daremos una cucharada pequeña (de las de café) una vez al día. Si no se la toma, algo que es muy probable que ocurra, se la podemos mezclar con su comida.
Si al cabo de dos semanas no vemos mejoría, lo llevaremos al veterinario.