La obesidad en el perro es un problema causado, en la mayoría de los casos, por el ser humano que lo cuida. Y es que, lo mimamos tanto que más de una vez le damos alguna que otra golosina como premio por su buen comportamiento, o simplemente porque le queremos sin darnos cuenta de que tantas chuches pueden terminar pasándole factura.
Así pues, si te estás preguntando cómo saber si mi perro está obeso, a continuación te explicaré lo que tienes que hacer para reconocer la obesidad en tu peludo.
La obesidad en el perro es un problema relativamente reciente, surgido cuando este animal pasó a vivir en las casas y pisos junto con nosotros los humanos, quienes poco a poco nos hemos vuelto más sedentarios. Hemos pasado de pasear una o dos horas al día disfrutando del paisaje, a preferir quedarnos en casa, lo cual es lógico ya que pasamos mucho tiempo trabajando, y al llegar al hogar lo que necesitamos es descansar.
Sin embargo, si tenemos un can una de nuestras responsabilidades para con él es el de sacarlo a caminar y/o correr. Lo necesita. Si no lo hacemos, al final terminará volviéndose obeso. En el caso de que tengas dudas sobre la forma física de tu amigo, esta guía te ayudará a saber cómo se encuentra.
La mejor manera de saber si está obeso es mediante la palpación. Si las costillas ni la cintura se ven a simple vista, no podremos parparle los huesos. Cuando eso ocurre, es porque su cuerpo ha empezado a acumular grasas que no necesita, haciendo que su abdomen adopta una forma redondeada. Puede incluso tener pliegues de piel que caen a causa de la grasa.
Si el problema continúa, el abdomen puede terminar rozando contra el suelo cada vez que el perro camine.
Para conseguir que el animal vuelva a su peso ideal, es importante hacerle practicar ejercicio, y llevarlo al veterinario para que nos indique la cantidad de comida que debe de comer.