¿Cómo sé si mi perro tiene miedo? Si es la primera vez que convivimos con un peludo podemos tener muchas dudas sobre su comportamiento. Por eso, a continuación te voy a decir cuáles son las señales que te mandará tu amigo para hacerte saber que está asustado.
Y es que, este magnífico animal tiene un lenguaje corporal muy rico, de modo que no siempre es fácil saber qué es lo que está pensando. Pero seguro que tras leer este artículo sabrás cómo identificar a un perro que está teniendo miedo o temor.
¿Qué es el miedo?
El miedo es una emoción, y como tal es involuntaria. No se puede reforzar ni castigar, pero sí que se puede aumentar o disminuir su intensidad. Por este motivo, es muy importante que sepamos bien cómo vamos a reaccionar nosotros cuando veamos a nuestro perro pasándolo mal, pues dependiendo de lo que hagamos podremos empeorar o no la situación.
¿Cuáles son los ‘síntomas’ del miedo en el perro?
Sabremos si el perro está sintiendo miedo si:
- Tiene la cola agachado o entre las patas
- Tiembla
- Sus pupilas se dilatan
- Jadea y saliva en exceso
- Exceso o defecto de la micción y/o defecación
- Huye del peligro o, por el contrario, se queda paralizado
¿Cómo ayudarle?
Si vemos que nuestro perro lo está pasando mal lo que haremos será, primero, averiguar qué es lo que ha causado su malestar y, segundo, tomar medidas. Por ejemplo, si le tiene miedo a un objeto o a un ser vivo, lo alejaremos y trataremos de que se calme dándole un paseo; pero después lo volveremos a acercar poco a poco a esa fuente de »peligro» ofreciéndole muy frecuentemente golosinas. De esta manera, iremos logrando que asocie ese peligro con algo positivo, que son las golosinas.
En ningún momento hay que obligarlo a hacer nada que no quiera; es decir, si vemos que se pone muy nervioso daremos un paso atrás. Asimismo, lo que no debemos hacer nunca tampoco es mostrar preocupación o pena ya que esto lo que hará será reforzar el miedo, que es justo lo que no queremos.
Nosotros, como sus cuidadores, tenemos que ser unos humanos tranquilos y seguros, un ejemplo para nuestro amigo de cuatro patas. Sólo así, y respetándolo en todo momento, podremos conseguir que se vaya calmando.