Como ser un lider para tu perro en 4 sencillos pasos

como-ser-un-lider-para-tu-perro-en-4-sencillos-pasos-2

Como solemos ver al salir a la calle, la mayoría de la gente no tiene un buen control de su perro, y en ello influyen muchos factores, desde el desconocimiento de la herramienta que es la correa, la malísima cultura popular que hay sobre los perros (hoy en día mucho más por culpa del efecto desinformador que tiene internet en la sociedad) o nuestra necesidad de tratar al perro familiarmente, de proyectar nuestro amor en el, de que sea nuestro amigo, hijo, es decir, de tratarlo como si fuera un humano. Y eso no es sano para el.

Si bien es cierto que nuestro perro es uno más de la familia, también es muy cierto que eso es como lo vemos nosotros, y que ese punto de vista no es lo que ellos necesitan ni lo que ellos quieren. El no necesita un Amo, un Jefe, un Padre o un Madre o un amigo. El necesita un líder. Hoy vamos a explicaros, Como ser un líder para tu perro en 4 sencillos pasos.

como-ser-un-lider-para-tu-perro-en-4-sencillos-pasos-1

Antes de nada emplazaros a que leáis mi anterior artículo, Comunicación y relaciones entre hombre y perro, o El lenguaje de los perros, a fin de ir entendiendo un poco mejor la forma en que ellos se comunican con otros individuos, ya sean perros, gatos o humanos.

Hay 4 factores a tener en cuenta a la hora de liderar a tu perro:

  1. Controlar las emociones– Un líder es por definición alguien tranquilo y sereno. Un líder no chilla, no es agresivo , da ejemplo, se comunica y permite la comunicación con otros individuos, un líder juega y lidera el juego (yo tengo la pelota y tú me la traes, yo corro en la bici y tú me sigues), y en definitiva un líder sabe cómo ser firme y a la vez flexible. Invertir o proyectar emociones de cualquier tipo, ya sean violentas o cariñosas solo te hace parecer débil a ojos de tu perro, y el débil no lidera.
  2. Como lo paseamos con la correa– Es uno de los factores clave a la hora de hacernos líderes del perro. Depositar demasiada tensión en la correa, iniciar una lucha de haber quien tira más con el perro, solo lleva a empezar un bucle que nos lleva normalmente a un estado de ansiedad y de pérdida de control de la situación,  haciéndonos salirnos ya del paso 1. Hay que aprender a ir con nuestro perro tranquilamente, tanto suelto como amarrado, a nuestro lado, y tener el control sobre la situación en todo momento. Para ello, hay que educar a el perro, sobre todo en cosas tan básicas como esto, o si no nunca lograremos el objetivo de ser los líderes de nuestros animales. La correa debe de ser un instrumento de comunicación e unión con nuestro animal, no un seguro o un instrumento de contención.
  3. Ejercicio físico y juego: Es muy importante que el perro gaste su energía, y que tu participes en ese gasto de energía, que así se traducirá en juego, y no en algo negativo como que nuestro perro se nos escape o deje de hacernos caso por nosotros no invertir algo de tiempo en su diversión. La relación con nuestro perro tiene que ser divertida, para poder ser sana. Hay que jugar con el, sobre todo a juegos que nos permitan ser el protagonista. La bicicleta, los patines, salir a correr con el, son buenas actividades físicas que aparte de unirnos con nuestros perros nos harán mas lideres ante sus ojos.
  4. Actitud en casa: Los perros tienen que tener marcados una serie de espacios en casa y una serie de actitudes que le permitan saber que tú, como líder, te reservas un espacio para ti. Eso es esencial. Para ello es importante quitarle costumbres como que se suba en el sofá, que se suba en nuestra cama (esto esta prohibidísimo), tener la comida en la cocina, dejarle que domine las puertas o ventanas de la casa (me acuesto aquí y no me quito si pasas o te gruño o ladro al pasar), no decirle Hola ni Adiós, o dejarlo entrar siempre antes que tu por la puerta de la casa. Todo esto, al eliminarlo, tu perro empezara a entender que tu eres el líder de tu manada, a la que el pertenece.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.

  1.   Antonio Carretero dijo

    Gracias!! Espero haberme expresado bien y que le sirva a todo el que tenga perro!!! Gracias por el comentario!!! Un Saludo!!!

  2.   Margarita Muñoz de Funes dijo

    Buenos días. Tengo dos perritas, la mayor, de diez años, cruce de 5 k, recogida en la protectora tan joven, que no tenia dientes y hubo que alimentarla a biberón. Su llegada coincidió con un aumento de la enfermedad del pardovirus y el veterinario no le permitió pasearla en la calle hasta que cumplió seis meses y no pasó el periodo de socialización. A partir de ahí: ladridos a todo can en la calle. Hemos intentado habituarla en lugares de reunión canina pero se altera tanto que parece que se ahoga. Es puro miedo. Sin embargo, al pasearla en bici se porta divinamente y no pierdo oportunidad de hacerlo. Pero paseando….
    La otra lleva aquí tres años, yorki, abandonada aún cachorro en un solar donde sobrevivió a base de pájaros y a saber qué más. Al parecer pasó allí varias semanas, la recogió un muchacho que cuida los gatos del lugar y la llevó a la consulta de su veterinario. Allí no comió ni casi bebió durante dos días y mordía a los cuidadores hasta el punto de no fiarse de que nadie la tocara. Al cogerla yo, primero se revolvió pero no me mordió y a los dos minutos, escondió la cabeza en mi codo. Me la llevé. Tiene el » problemilla» de orinar en casa. Siempre en el mismo sitio. Al principio pensamos que era por ansiedad de separación. Se ponía fatal. Ya no. Al llegar a casa no les hacemos caso hasta que no han pasado un rato calladas. Probamos a sacarla hasta diez veces al día. Nada. Comprobar las horas, y sacarla antes y lo hace al llegar. Parece un perro de anciano mal educado y no atino a quitarle la costumbre. A veces se pelean. Por juguetes, y les hemos enseñado a que juegen cada una con los suyos. Comparten comedero sin problemas y esperan pacientemente cualquiera de las dos a que coma la otra . Comparten bebedero con un gato y rara vez se enfrentan. Antes había dos gatos más y no he tenido problemas. Ahora es posible que entre una nueva perrita, chihuahua, si no encuentra hogar. ¿tendré problemas para enseñarla a NO orinar en casa con el olor de la otra? ¿me ladrará como loca a otros perros como la mayor?. Estoy preocupada. ¿Algún consejo?