Nuestro peludo puede verse afectado por una serie de enfermedades a lo largo de su vida, siendo una de las más comunes la otitis. Así, si notamos que desprende un olor desagradable, que secreta más cerumen de lo normal y que se rasca de manera frecuente, tendremos que tomar una serie de medidas para que la salud de sus orejas vuelva a ser buena.
Por este motivo, te vamos a decir cómo tratar la otitis canina. No te lo pierdas.
Si sospechas que tu perro tiene otitis, es importante que lo lleves al veterinario lo antes posible para evitar que empeore. Una vez allí, lo examinarán para saber qué es lo que la ha causado (lo más frecuente son los ácaros, como el Otodectes cynotis, pero también puede estar ocasionada por alergias, cuerpos extraños, enfermedades virales o auto-inmunes, neoplasias o desórdenes glandulares) le pondrán un tratamiento.
Dependiendo de la causa, puede necesitar antibióticos o bien limpiar los oídos con un colirio especial que te recomendará el profesional. Debes seguir al pie de la letras los consejos que te dé, pues las orejas son una parte delicada del cuerpo, y si se profundiza demasiado se le puede causar mucho daño al perro. Por ello, si te da el colirio, nunca debes de limpiar más de lo que ves. Este artículo te puede servir de guía para saber cómo limpiarle las orejas a tu amigo.
Para retirar el cerumen de los pliegues utiliza una gasa previamente humedecida con algunas gotas del colirio, y con mucho cuidado ve quitándoselo. Si se pone nervioso o si le duele, detente y juega con él un ratito. Así conseguirás que, la próxima vez que lo tengas que tratar no se sienta tan incómodo.
La otitis canina es una enfermedad que necesita tiempo para curarse, y que suele volver a aparecer, de modo que es muy recomendable llevar al peludo al veterinario cada seis meses para evitar recaídas.