La ceguera en perros puede estar ocasionada por numerosos motivos y presentarse en cualquier etapa de su vida. En todo caso, si nos encontramos con este problema tendremos que tomar ciertas medidas para que la calidad de vida de nuestro mejor amigo no se vea reducida al perder uno de sus cinco sentidos. Para ello, podemos recurrir a algunas técnicas que le ayudarán a mantenerse seguro y feliz.
Hacer de nuestro hogar un lugar seguro
Debemos asegurarnos de que nuestro perro se encuentra a salvo en su propia casa, ofreciéndole un espacio ordenado, amplio y libre de obstáculos. Es imprescindible, en este sentido, mantener las cosas en su sitio, sin mover los muebles de sitio frecuentemente. Tampoco puede haber objetos puntiagudos y peligrosos al alcance del animal. Asimismo, tendremos que colocar barreras donde sea necesario; por ejemplo, a la entrada de las escaleras (para evitar caídas y accidentes) y alrededor de la piscina, si tenemos. Este punto es esencial para asegurar el bienestar del can. Finalmente, el lugar en el que ubiquemos su comedero y bebedero debe ser invariable.
Protección durante el paseo
Para empezar, siempre hay que utilizar una correa, de manera que podamos guiar al perro adecuadamente con nuestros gestos. También nos ayudará hablarle para que se sienta más cómodo y seguro. Es importante que vayamos por zonas conocidas. Si queremos introducir nuevos espacios, tendremos que hacerlo progresivamente y siempre bajo nuestra atenta supervisión. Por otro lado, hemos de explicar a todo aquel que quiera acercarse a nuestra mascota su situación, para que se acerque con cautela y sin sobresaltar al animal.
Estimular sus otros sentidos
Al perder la vista, lo más probable es que el can desarrolle aún más su oído y olfato. Podemos ayudarle a trabajar con ellos mediante juegos como el escondite; es decir, situar pequeñas piezas de comida por la casa y dejar que las localice olfateando. Por supuesto, las situaremos en zonas de acceso fácil y libres de peligros. Utilizar juguetes que emitan sonidos también es una buena idea para divertirle y favorecer su capacidad auditiva. Eso sí, hemos de asegurarnos de que no son juguetes peligrosos cuyas piezas pueda tragarse fácilmente el animal, algo común en muñecos y pelotas con cascabeles.
Hacerle feliz
El hecho de que nuestro perro pierda la visión no quiere decir que deba dejar de realizar sus actividades cotidianas. Si extremamos las precauciones, tal y como hemos indicado previamente, no tiene por qué haber ningún problema. Nuestra responsabilidad es lograr que se mantenga activo y feliz mediante los paseos, los juegos y sobre todo, nuestro cariño. Tengamos paciencia, no dejemos de hablarle y mostrarle nuestro amor a diario. Las revisiones veterinarias también son fundamentales.