Gran parte del cuidado de nuestro perro está en manos del veterinario que le proporcione las atenciones médicas, imprescindibles para su bienestar físico y mental. De ahí que, a la hora de buscar una clínica veterinaria para nuestra mascota, debamos tener en cuenta varios factores, asegurándonos de estar poniendo su vida en manos de un auténtico profesional. Los siguientes son algunos consejos que nos ayudarán a encontrar la persona idónea para ello.
1. Equipo tecnológico. El veterinario debe tener acceso a un equipo tecnológico y productos de alta calidad, incluyendo servicio de radiología, ecografía, sala quirúrgica, laboratorio de análisis, área de hospitalización, etc. Es importante que la clínica albergue equipamientos modernos que incluyan las últimas innovaciones del sector.
2. Urgencias 24 horas. No todas las clínicas veterinarias cuentan con atención a emergencias durante las 24 horas. Es esencial que ofrezcan este servicio, para que nuestro perro pueda ser rápidamente tratado en caso de urgencia hospitalaria.
3. Experiencia acreditada. Debemos asegurarnos de que el veterinario tenga la experiencia suficiente, y que cuente con títulos oficiales adquiridos en centros de calidad. También es conveniente valorar el tiempo que lleve abierta la clínica y, de ser posible, consultarlo con personas que hayan acudido allí previamente.
4. Localización. Un detalle a tener en cuenta es la ubicación de la clínica, siendo la cercanía a nuestro domicilio una gran ventaja. Esto no sólo nos resultará más cómodo, sino que también nos aseguraremos de llegar rápidamente en caso de urgencia.
5. Diferentes servicios. Una gran ventaja es que nos ofrezcan otros servicios como tienda de accesorios (ropa, juguetes, alimentación…), peluquería, guardería, adiestramiento, etc.
6. Atención personalizada y trato cercano. El profesional tiene que ofrecernos una atención adecuada, tanto a nosotros como a nuestro perro. Es importante que sepa resolver nuestras dudas y explicarnos todo lo necesario para el cuidado del animal. Además, debe manifestar cercanía y delicadeza hacia nuestra mascota, tratándola con cariño y demostrando verdadera vocación.