Las noticias sobre el robo de mascotas tienen una mayor repercusión desde hace algunos años, probablemente debido a la amplia difusión que se lleva a cabo cada día a través de las redes sociales. En cualquier caso, la realidad es que estos robos tienen lugar en menor o mayor medida, y que debemos tomar ciertas precauciones para evitarlos. En este artículo resumimos algunos consejos que nos serán de gran ayuda.
Qué hay detrás de estos delitos
Las investigaciones sobre estos delitos dejan patente una dura realidad, y es el fraudulento negocio que se esconde detrás de estos hurtos. En muchas ocasiones los canes robados son destinados a la venta y a la reproducción, algo que suele darse en el caso de perros de raza altamente valorados económicamente, como el yorkshire, el chihuahua o el bulldog. Los perros de raza grande y con gran musculatura a menudo son raptados con otro fin igualmente deleznable, y es el de las peleas de perros.
Un error muy común es creer que los ladrones no se interesan por los mestizos. Nada más lejos de la realidad. Éstos son frecuentemente utilizados para “sparring” en peleas, es decir, como parte del entrenamiento de canes a los que instruyen y maltratan para que adopten un fuerte comportamiento agresivo.
Recomendaciones para evitar los robos
Dada esta situación, debemos extremar ciertas precauciones para evitar en medida de lo posible estos crímenes. Resumimos algunas de ellas:
1. No dejar al perro atado a las puertas de un establecimiento. Hace años que la policía advierte sobre esta situación, indicando que la mayoría de los hurtos suceden durante estos minutos. No basta con vigilar desde el interior o confiar en que estamos en un barrio de confianza; estos robos ocurren en cuestión de segundos y sería imposible alcanzar al ladrón antes de su huída.
2. Pasear con correa. Es la mejor manera de supervisar al animal. Si lo soltamos un poco dentro de un parque para perros, no debemos perderlo jamás de vista. Muchos robos suceden en estos recintos. Asimismo, se necesita la supervisión de un adulto; no dejemos que los niños paseen solos a nuestra mascota.
3. No dejarlo en el interior del coche. A este tipo de delincuentes les resulta sencillo romper la ventanilla del coche y raptar a nuestro perro. Además, ponemos en serio riesgo la vida del can, pues dentro del vehículo las temperaturas son aún más altas que en el exterior, lo que puede provocar fácilmente un golpe de calor.
4. Reforzar la seguridad de nuestro hogar. Una alarma antirrobos o la instalación de un cerrojo extra puede sernos útil. Además, si vivimos en un bajo, es importante que no dejemos al perro en el jardín o la terraza sin supervisión.
5. Buscar gente de confianza para su cuidado. Si vamos a confiar el cuidado de nuestras mascotas a terceras personas, como paseadores o guarderías caninas, tenemos que asegurarnos de que cumplen su trabajo con responsabilidad y no tienen intereses ocultos.
6. Cuidado con los desconocidos. Es probable que algún ladrón intente sacar información sobre nuestra mascota para decidir si vale la pena robarlo, por lo que puede acercarse «inocentemente» hacia nosotros durante el paseo para hacernos algunas preguntas. Por precaución, es mejor decir que nuestro perro está castrado o enfermo. Además, debemos sostener la correa con fuerza y no dejar que ningún extraño manipule al animal.
7. Identificación. Es esencial y obligatorio en muchas comunidades la implantación de un microchip obligatorio en el perro, de manera que pueda ser encontrado más fácilmente en caso de pérdida o robo.
8. Acudir a comisaría. Si por desgracia el animal es hurtado, debemos acudir inmediatamente a la policía para denunciar los hechos. Cuanto antes lo hagamos, más probabilidades habrá de encontrarlo.