Cuando una perra primeriza este por parir, el principal aspecto que se debe conocer acerca del embarazo canino consiste en que el mismo dura 60 días.
No obstante, no hay nada de qué preocuparse, ya que a continuación daremos algunos consejos necesarios para que el parto de una perra primeriza esté libre de riesgos. Al acercase la fecha del parto de las perras primerizas, es conveniente estar informado y aclarar cualquier duda preguntándole al veterinario.
Gestación
El periodo de los embarazos caninos suelen durar entre 60-63 días, a lo largo de este tiempo es posible apreciar numerosos cambios en el cuerpo de las perras; sin embargo, resulta esencial poder definir si los mismos son normales y se deben a su embarazo, o si la perra se encuentra presentando algún problema.
Los cambios normales son:
- Durante el embarazo, las perras duermen por más tiempo.
- El comportamiento de las perras cambia, pierden el interés en los juegos tradicionales y se vuelven más tranquila.
- Estarán más cariñosas.
- Su apetito será menor, de modo que hay que prestar especial atención a su alimentación.
- Al acercase un perro macho, se mostrarán más gruñonas incluso si se trata del padre de la camada.
Es fundamental llevar a la perra a realizar controles regulares con su veterinario para saber el número de crías que tendrá, lo cual es importante para poder actuar en caso de que, a la hora del parto, falte alguno por salir.
Preparación para el lugar donde va a dar a luz
Generalmente cuando a las perras les falta aproximadamente entre 10-15 días para el parto, comienzan a buscar algún rincón del inmueble, al encontrarlo este será el lugar en el que se sentirá más segura para tener a los cachorros y estar luego del parto.
El sitio perfecto para la perra y los cachorros, por lo general, tiene bordes altos y tapados con el fin de prevenir que los cachorros sufran posibles accidentes.
No hay que olvidar que durante sus primeros días de vida, los cachorros tendrán los ojos cerrados, por lo que lo más conveniente es que se encuentren junto a su madre tanto tiempo como sea posible. Suele ser recomendable ubicar la cama de la perra en el interior de la caja y colocar también uno de sus juguetes, de este modo se sentirá mucho más cómoda.
El parto
El día del parto será posible percibir ciertos cambios en la perra:
- Estará intranquila e incómoda.
- Perderá el apetito.
- Empezará a producir leche.
En caso de que la perra se tumbe en un sitio distinto al escogido inicialmente como nido a la hora del parto, no pasa nada, solo hay que trasladar todo hacia el nuevo lugar. Bajo ninguna circunstancia se debe forzar a la perra a permanecer en el lugar anterior.
Al llegar la hora del parto de una perra primeriza, la misma se tumbará de lado y tendrá una respiración que por momentos es lenta y luego se vuelve rápida. Después del nacimiento del primer cachorro parecerá que la perra sufre una convulsión y según la raza del animal, los demás cachorros irán saliendo en intervalos de 15-30 minutos.
A lo largo del parto hay que prestar atención a los siguientes aspectos:
- La perra tiene que lamer a todos los cachorros no solo para quitarles la membrana que tienen en la cara, sino también para estimularles su respiración. En caso de que la perra no lo haga tras 1-3 minutos del nacimiento, lo tendrá que hacer el dueño de la perra usando toallas limpias y sacando aquellos fluidos que podrían estar en sus vías respiratorias.
- Comúnmente la perra se encarga de cortar el cordón umbilical usando los dientes, pero en caso de que no lo haga, hay que colocar un hilo anudado cerca de la barriga del cachorro para evitar que se desangre.
Es posible que se presenten complicaciones durante el parto, de modo que será preciso contar con el teléfono del veterinario para llamarlo si ocurre algo.