Las fotografías que plasman la ternura y el cariño que sentimos por nuestras mascotas son algunas de las imágenes más bellas que podemos encontrar. El problema es que no siempre conseguimos captar estas instantáneas, ya que, como sabemos, los animales pocas veces posan siguiendo nuestras indicaciones. Por esta razón resumimos algunos trucos que nos servirán para obtener esa fotografía soñada de nuestro perro.
1. Elegir el lugar adecuado. Tiene que ser un espacio sencillo, cuyo fondo contraste bien con el color del animal. Se recomienda optar por zonas abiertas, ya que nos permiten una mayor variedad de opciones. Sin embargo, hay que asegurarse de que no haya nada alrededor que pueda estropear la imagen (graffiti, suciedad, baldosas rotas, etc.). Añade a la ecuación la seguridad del entorno y evita distracciones fuertes detrás del perro; si no puedes moverlo, cambia tú la perspectiva o abre más el diafragma para desenfocar el fondo.
2. Preparar todo con antelación. Las sesiones de fotos con animales deben ser de corta duración, dada su escasa paciencia. Por ello es mejor preparar la cámara y todo lo que vayamos a necesitar con antelación, a fin de ahorrar el máximo tiempo posible. Ten a mano baterías y tarjetas extra, una lista de ideas y define un orden de tomas (acción al inicio, reposo después) para no improvisar a última hora.
3. Luz natural. Es mucho más aconsejable que utilizar el flash, pues capta los detalles con mayor nitidez. Además, el flash puede asustar a algunos perros. Aunque si son de pelaje muy oscuro, a veces es necesario. Prioriza sombra abierta, ventanas o luz suave de primera/última hora; reserva la luz dura para imágenes más dramáticas y controla las sombras con un reflector o una pared clara.
4. Un ayudante. Nos será mucho más fácil todo el proceso si alguien de confianza nos ayuda colocando al can, distrayéndolo y ofreciéndole premios mientras nosotros nos centramos en capturar las mejores instantáneas. Este apoyo también sirve para garantizar la seguridad, sujetar reflectores y lanzar juguetes en los momentos clave.
5. Premios. Son indispensables para lograr que obedezca determinadas órdenes y “pose” en algunas posturas. Podemos darle un poco de comida cada vez que se porte bien y al finalizar la sesión, como recompensa. Dosifica en trozos pequeños y confirma con la familia si el perro tiene alergias o restricciones.
6. Juguetes y sonidos para llamar su atención. A través de objetos y ruidos que llamen la atención del perro, podemos lograr que adopte expresiones ideales para fotografiar. Solo tenemos que probar distintas ideas e investigar. Evita usar su nombre si no quieres que corra hacia la cámara; mejor un chirriador o sonidos nuevos justo cuando estés listo para disparar.
7. Diversión. Si sonreímos y convertimos la sesión en un juego, nuestra mascota se mostrará más colaboradora. Además, sus expresiones serán más amables y lograremos fotografías realmente bellas. Un ambiente calmado, sin gritos ni prisas, se refleja en la mirada.
8. Pillarle desprevenido. Es importante que el animal se muestre en las fotografías tal como es, que reflejemos su carácter. Para ello nada mejor que capturar sus gestos cotidianos sin interferir en ellos. Anticípate a los momentos clave y dispara en ráfaga para no perderlos.
9. Buscar distintos ángulos. Sería interesante, por ejemplo, fotografiar a nuestro perro desde abajo, logrando perspectivas con las que no estamos familiarizados. A su altura lograrás mayor impacto; desde arriba transmite ternura; desde abajo aporta fuerza.
10. Mucha paciencia. Como hemos dicho anteriormente, es difícil lograr que los canes posen como nosotros queramos. Necesitaremos tiempo y paciencia para lograr los mejores resultados. Si el perro está cansado, nervioso o incómodo, descansa o cancela: su bienestar manda.
Equipo útil y objetivos recomendados
Si tienes cámara con controles manuales, prioriza un 50 mm o 85 mm para retrato y un 70–200 mm para acción o para fotografiar desde lejos. Un angular te ayudará a incluir contexto y un macro a resaltar detalles (hocico, patas). Añade filtro UV para proteger de lametones, parasol y un pequeño reflector. En estudio, mejor luz continua o ventana de luz suave; si usas flash, a baja potencia y rebotado.
Ajustes clave y enfoque
Retrato: prioridad de apertura con diafragmas amplios (f/1.8–f/2.8) para desenfocar el fondo. Acción: prioridad a la velocidad (≥1/500 s) y AF continuo con ráfaga. Mantén el ISO lo más bajo posible sin perder velocidad; si la luz escasea, asume algo de ruido antes que perder la foto. Para perros negros, sobreexpón 1 paso; para blancos, subexpón 1 paso. Dispara en RAW si vas a editar y vigila el balance de blancos.
Composición eficaz
Cuida la ley de la mirada dejando espacio hacia donde mira o corre. Sitúa los ojos en puntos de interés (regla de tercios), rellena el encuadre en primer plano y usa espacio negativo para dar protagonismo. Evita cortar por orejas, cola o articulaciones y presta atención a fondos que distraigan.
Iluminación que favorece
La luz natural suave es ideal. Abre cortinas o busca sombra abierta. La luz dura resalta texturas y puede sumar dramatismo; la clave alta/baja ayuda a transmitir emociones. Un reflector casero (pared blanca, cartulina) suaviza sombras en ojos y hocico. Evita el flash directo.
Flujo de sesión, bienestar y trucos
Conecta con la mascota antes, permite que olfatee el equipo y no la invadas. Planifica una lista mínima de tomas (primer plano, entero, con familia, detalle) y ordena por energía. Usa premios dosificados, sonidos puntuales y juguetes cerca de la cámara para dirigir la mirada. Si fotografías varias mascotas, usa trípode y captura por separado para unir después.
Fotos con móvil
Busca mucha luz, limpia la lente, evita el zoom digital y usa la cámara principal. Activa ráfaga, modo silencioso si existe y una app con control manual. Compón bien desde el inicio (no confíes en recortes), ajusta el balance de blancos y, si tu móvil lo permite, dispara en RAW.
Hogar, exterior y acción
En casa, elige la estancia más luminosa y ordena el fondo; cerca de una ventana tendrás luz suave. En exterior, cuida la localización, evita peligros y aprovecha la luz cálida de primeras/últimas horas. Para acción: velocidades altas, AF-C, ráfaga, deja aire por delante del perro y prueba el barrido para mostrar movimiento. Un teleobjetivo o un monopié pueden ayudarte.
Nivel profesional y estudio
Confirma con la familia alergias, premios permitidos y hábitos. Pide que acuda algo cansado si quieres retratos tranquilos. Evita correas y collares vistosos (dificultan el retoque), cuida su aseo y revisa gestos de estrés. En estudio, permite que se acostumbre al espacio, ten agua disponible y trabaja con iluminación continua.
Ideas creativas
Propón series que cuenten su rutina, usa cestos o cajas si está cómodo, juega con perspectiva forzada o fotografías desde cristal transparente. Un truco simpático: una pizca de su crema segura en el hocico para captar el relamido (todo listo antes, o desaparecerá en un segundo).
Con preparación, luz adecuada y respeto por el bienestar del perro, tus fotos ganan en nitidez, expresión y emociones. Practica a menudo, revisa tus composiciones y no subestimes la magia de una buena conexión con tu modelo de cuatro patas.
