¿Tienes pensado adoptar a un perro pequeño? Si es así, antes de hacer nada es muy importante que pienses bien si puedes o no hacerte cargo de él. Aunque es un animal que no te será muy difícil de adiestrar si lo haces mostrándole respeto y teniendo mucha paciencia con él, lo cierto es que a veces pueden ocurrir cosas que sorprende a la nueva familia.
Por este motivo, queremos darte una serie de consejos para la adopción de perros pequeños para intentar que luego no surjan esos imprevistos, logrando así que la convivencia sea buena desde el primer día.
No te lleves al primer perro que te guste (o que le guste a tu hijo)
Esto puede que no te resulte de tu agrado, pero ahora entenderás por qué lo digo: un perro no es un capricho. No es un objeto al que se pueda devolver sin más. Es un ser vivo, que tiene sentimientos, y que cuanto menos cambios de hogares tenga menos estresado estará. Para llevarlo a casa y que al cabo de unos días se devuelva porque tira mucho de la correa, ladra todo el día o no se porta bien sin ni siquiera haber pedido ayuda a un adiestrador canino que trabaje en positivo, es mejor no adoptarlo.
Además, hay que pensar que puede vivir perfectamente 20 años. Incluso hay casos descritos en Internet de perros que han superado los 30. Durante todo ese tiempo necesitará cariño, atención, y una familia que realmente se preocupe por él.
Pregunta todas las dudas que tengas antes de adoptarlo
Muchos de los problemas se resolverían si el adoptante se informase sobre la historia del animal que quiere adoptar. Por eso, es muy importante que le preguntes todo, como por ejemplo, por qué está en el refugio, qué carácter tiene, si padece alguna enfermedad y, en caso de ser así, cuál es su tratamiento,… etc.
Es muy recomendable que antes de ir al refugio te lleves escritas en un papel todas las preguntas que quieras hacerle. Y, por supuesto, tras la sesión de preguntas y respuestas, pide estar un rato con el perro a solas. Sácalo a pasear por las instalaciones, interactúa con él.
Prepara todo antes de llevarlo a casa
Una vez que ya te has decidido por un perro en concreto y parece que, sí, ese es el perro que buscas, es momento de irse a una tienda de animales para comprar todo lo que va a necesitar: una cama, un comedero y un bebedero, pienso para perros sin cereales, una correa, arnés y collar, y juguetes.
Enseguida que ya esté la compra hecha, podrás ir a buscar al que será el nuevo miembro de tu familia desde el primer momento en el que firmes el contrato de adopción y te entreguen su cartilla de vacunas.
Llévalo a dar una vuelta
Al salir del refugio de animales seguramente tengas muchas ganas de ir a casa y comértelo a besos. Pero… es muy aconsejable que llegue a la vivienda tranquilo, y para eso no hay nada como un paseo por el barrio. Así, ambos os despejaréis y os sentiréis mejor. Y sí, también os iréis conociendo, algo que no viene nada mal 🙂 .
Además, seguramente querrá hacer sus necesidades, lo cual será la excusa perfecta para ir haciéndole entender que está muy bien que haga sus necesidades en la calle y no dentro de casa. Eso sí, importante: tienes que retirar las heces con una bolsita que luego tirarás en un cubo de basura, y también es muy necesario que te lleves un bote de spray con agua y un poco de vinagre para que la orina no deje mancha ni olor cuando se seque (y, de paso, para evitar que otros perros orinen en esa zona).
Disfruta de su compañía
Y ya por último, toca disfrutar de su compañía. Llévalo a casa y deja que la explore. Seguro que no tardará mucho en sentirse como miembro de su nueva familia 🙂 .
Esperamos que te haya sido de utilidad 🙂 .