Probablemente el detalle más llamativo del aspecto del Bobtail sea su larga y abundante melena, la cual requiere algunos cuidados especiales para mantenerse fuerte, sedosa y limpia. Y es que dadas estas características, tiende a enmarañarse y ensuciarse fácilmente. En este post te damos algunos consejos para mantener el pelo de esta raza en buen estado.
Para empezar, debemos saber que la textura de su cabello es áspera y ondulada. Está formado por dos capas: una corta, adherida a la piel, y otra más larga y externa, por lo que jamás debemos rasurarlo por completo, ya que necesita esta protección para su piel.
Es esencial contar con el cepillo adecuado para desenredar a nuestro Bobtail; necesitaremos un peine metálico y otro de cerdas suaves. Asimismo, debemos evitar los cepillos con cardas, ya que puede dañar la piel y el pelaje del animal. Lo mejor en este sentido es consultarlo con un veterinario de confianza que sepa recomendarnos cuál es el modelo más conveniente para nuestro perro.
Un buen truco antes de comenzar a desenredarlo es rociar la melena del can con un acondicionador especial, para suavizarlo y facilitar el proceso. Después, empezaremos a cepillar siguiendo un orden, empezando por las patas traseras y delanteras, para continuar después con el lomo, siempre en la dirección del crecimiento del pelo. Si encontramos algún nudo tendremos que cortarlo o deshacerlo con los dedos, en lugar de tirar del mismo.
Para la cara utilizaremos un peine pequeño con puntas de goma, con especial cuidado alrededor de los ojos, las orejas y el hocico. También lo usaremos para otras zonas delicadas, como el trasero y la planta de las patas. Además, es recomendable recortar el pelo que roce sus ojos y el sobrante entre las almohadillas.
Dado el gran volumen de su pelaje, es recomendable cepillar al Bobtail a diario, evitando con ello la formación de nudos y la acumulación de suciedad. Además, debemos bañarlo cada mes y medio o dos meses aproximadamente.