Cuando se es primerizo son muchos los errores que se pueden cometer. Esto es normal, ya que obviamente, nadie nace sabiendo, pero también es verdad que hay muchas personas que se consideran profesionales que usan métodos de adiestramiento que, más que enseñar, lo que hacen es que el perro sienta miedo.
En esta ocasión te voy a contar cuáles son los errores más comunes al educar a un perro.
Antes de empezar, quiero aclarar que no soy ni mucho menos etóloga ni adiestradora, así que lo que te voy a contar a continuación está basado en mi propia experiencia, en lo que me han ido diciendo amigos y conocidos, y también en lo que he leído en varios libros sobre la educación y el adiestramiento caninos.
Error número 1: Humanizamos a los perros
Hay muchas, muchísimas personas, que tratan a sus perros como si fueran bebés humanos. Evidentemente, hay que cuidarlos y darles cariño, pero no es buena idea ni sobreprotegerlos, ni vestirlos (a no ser que sea por necesidad), ni ponerles su plato encima de la mesa, ni llevarlos siempre en brazos o en cochecitos.
Pero tampoco se debe de castigar como si castigásemos a un niño: »te quedarás en tu cama como castigo», »hoy no habrá paseo por tu mal comportamiento», y comentarios similares. ¿Por qué? No lo entienden. Ellos sólo viven el momento presente, y en el momento en el que le estamos diciendo eso, él sólo sabe que estás enfadado con él, pero nada más. No tiene sentido castigarle para que tenga tiempo de reflexionar sobre lo que ha hecho, porque no es capaz de hacerlo.
Lo que sí que hay que hacer es tratar de evitar que se porte mal, y hacerle saber que el mal comportamiento no es aceptado. Pero justo en el momento en el que se porte mal, no después.
Error número 2: Gritos y toques
Siguiendo con el tema de los castigos, no hay que gritarles, ni pegarles. Así no se conseguirá nada, exceptuando que nos tenga miedo y haga las cosas, no porque quiera hacerlas, sino porque teme que se le haga daño. Los perros saben bien cuando han hecho algo mal sólo con mirarnos a la cara, no necesita (de hecho, si se hace, estaríamos cometiendo un delito de maltrato animal) que le peguen.
Error número 3: Cargar a nuestro perro con nuestro estrés y/o ansiedad
Debido a nuestro frenético ritmo de vida, a veces es normal que sintamos estrés y/o ansiedad, pero no hay que cargar a nuestro perro con ello. Él no tiene la culpa de nada, y sólo quiere pasar todo el tiempo posible con nosotros, pero estando tranquilos. Así pues, si eres propenso/a a estar estresado o ansioso, puedes empezar a tomar infusiones de valeriana o tila, hacer ejercicios de respiración, escuchar música relajada… en fin, lo que sea que te guste y te relaje.
Error número 4: Culparlo de sus errores
El perro no nace sabiendo, por lo que, por ejemplo, si tira de la correa, es porque su humano no le ha enseñado a ir con ella. Esto es muy importante tenerlo en cuenta, porque somos nosotros los que tenemos que enseñarle; eso sí, usando métodos que respeten al animal y que le enseñen a pensar, como el adiestramiento en positivo.
Error número 5: Hacer del adiestramiento un trabajo, y no un juego
Los perros, al igual que los niños, aprenden mucho mejor y mucho más rápido si se divierten. Por ello, cada sesión de adiestramiento debe de ser divertida, a la vez que estimulante. Podemos sacar pelotas y esconderlas para que tenga que ir a buscarlas, esparcir trozos de salchicha por el suelo del jardín para que tenga que usar su sentido del olfato para encontrarlos,… En fin, échale imaginación y ya verás qué bien os lo pasáis.
Por cierto, dale órdenes simples, de una sola palabra, ya que de lo contrario se puede confundir 😉 .
Y tú, ¿cómo educas a tu perro?