También conocido como galgo persa o lebrel persa, el saluki es una raza de gran tamaño, esbelta y de aspecto peculiar. De pelo corto en casi todo el cuerpo, destaca por su impresionante altura y el largo pelaje que cubre sus orejas y rabo. Ágil e inteligente, tanto su historia como su anatomía están rodeadas de curiosidades. Te contamos algunas de ellas:
1. Según las creencias musulmanas, esta raza fue enviada a la Tierra por Alá.
2. Su origen se encuentra en Oriente Medio, en las primeras civilizaciones urbanas de la zona. Estos perros eran utilizados por los nómadas como animales de caza. No llegarían a Occidente hasta el año 1840, cuando comenzaron a asentarse en Inglaterra y a extenderse por el resto de Europa. Sin embargo, fue reconocida oficialmente mucho más tarde, en 1923.
3. Es el más antiguo de los lebreles.
4. El saluki se asocia popularmente con los felinos, gracias a los similares gestos que realizan cuando se limpian y a la forma de enroscarse sobre su propio cuerpo para dormir.
5. Su pelaje abarca una buena variedad de colores, como el negro, el dorado, el rojo, el bronceado y el crema.
6. Destaca físicamente por su esbelta figura, incluyendo su largo cuello y sus alargadas extremidades, que convierten a este perro en un excelente corredor. Puede medir entre los 58 y los 71 cm, y pesa aproximadamente 30 kg.
7. Es muy desconfiado con los desconocidos, aunque raramente muestra agresividad. También es independiente, tímido y reservado, aunque puede llegar a ser realmente cariñoso y juguetón con los suyos. Por lo general, es una raza tranquila, aunque necesita grandes dosis de ejercicio físico.
8. El saluki es propenso a sufrir enfermedades psicosomáticas, relacionadas con el estrés y la ansiedad, lo que puede afectar a su piel y su aparato digestivo. También se asocia esta raza a determinadas enfermedades oculares, como cataratas o atrofia progresiva de retina, así como a algunos tipos de cáncer.