La relación entre el perro y el ser humano se remonta a miles de años atrás; hay estudios que incluso ubican su origen en la Prehistoria. Es por ello que la capacidad de comunicación entre ambas especies es, a día de hoy, extraordinaria, pero lo cierto es que aún queda camino por recorrer. En esta ocasión resumimos algunas técnicas que recomiendan los expertos para hablar con estos animales de manera que nos entiendan lo mejor posible.
En primer lugar, todas estas estrategias de comunicación se basan en la paciencia y el cariño. No lograremos nada mediante gritos, sino que siempre que hablemos con nuestro perro debemos usar un tono de voz suave, aunque firme si queremos corregir alguna conducta negativa. De lo contrario podríamos provocar su rechazo y propiciar problemas de comportamiento.
Por otro lado, es importante llamar su atención para comunicarnos verbalmente con él. Podemos hacerlo utilizando su nombre u otra palabra que sepamos que puede reconocer, y acompañarla con un gesto con el que también esté familiarizado. Los juguetes y los trozos de comida son otra opción. En este sentido debemos citar un estudio publicado recientemente por la revista Proceedings of the Royal Society B, que demostró que un tono de voz agudo nos ayuda a captar la atención de estos animales.
Asimismo, es conveniente hacer que el can aprenda algunos términos clave, especialmente con el fin de reforzar las órdenes de obediencia. Por ejemplo, “quieto”, “siéntate”, “ven” o “tumbado”, nos pueden ser de gran utilidad. Lograremos llevarlo a cabo mediante el refuerzo positivo (comida, juguetes y caricias como premios) y las repeticiones constantes. Siempre derrochando paciencia y con mucho cariño.
Finalmente, hay que prestar especial atención a lo que el perro quiere decirnos, ya que una comunicación adecuada requiere un entendimiento por parte de ambos. Para ello nada mejor que estudiar su lenguaje corporal y aprender a interpretarlo.