Se dice que quien es de perros no es de gatos y viceversa. Esto es porque ambos animales son perfectos para convivir con personas pero tienen unas costumbres y unas características muy diferentes. Es por eso que vamos a ver algunas de las diferencias entre perros y gatos.
Que los perros y gatos son diferentes es algo que todo el mundo sabe. Aunque cada uno tendrá su propia personalidad, los gatos y los perros se definen con comportamientos típicos en su especie, por lo que resultan muy diferentes.
Relación con los humanos
La relación con sus humanos es diferente en perros y en gatos. En general, los perros están muy apegados a sus dueños y necesitan a veces de forma constante su compañía. Se alegran mucho cuando volvemos a casa y así lo demuestran. Los gatos por su parte pueden llegar a tener mucho apego y a ser muy cariñosos pero son animales mucho más independientes. No tienen la necesidad de estar pegados a sus dueños y no sufren ansiedad por separación. Es muy habitual que los gatos se pasen el día ausentes en otra habitación y solo requieran cariño y atención en determinados momentos. Los perros por su parte suelen estar junto a los dueños y tener más dependencia emocional.
Costumbres típicas
Hay cosas que son típicas de perros o de gatos y que pueden llegar a hacernos mucha gracia. En los perros por ejemplo es habitual restregarse y revolcarse en felpudos o alfombras. También pueden morder cosas y jugar dando con las patas y corriendo alrededor. Les gusta hacer agujeros y jugar a coger objetos que les tiramos. Por su parte los gatos adoran las cajas y los lugares en los que puedan esconderse. Necesitan rascar cosas y también suelen tirar cosas que tengamos por las mesas. Les gusta subirse a los muebles y son muy curiosos.
Cómo juegan
Los perros y gatos juegan de una manera diferente. A no ser que se hayan criado juntos, ambos no se entenderán a la hora de jugar. Los perros cuando juegan son muy activos, levantan las patas, corren alrededor y mueven el rabo. Los perros disfrutan recogiendo palos o pelotas que les tiramos. Los gatos por su parte juegan a cogerse los unos a los otros y revolcarse, escapando y volviendo a atacar. Los gatos por su parte suelen perseguir todo aquello que se mueva o haga ruido, por lo que podemos tenerlos entretenidos con una simple cinta que movamos en el aire.
Carácter
La personalidad depende de cada animal, pero lo cierto es que hay rasgos de carácter que se pueden encontrar en perros y gatos. Los perros suelen ser muy amigables y abiertos. Les gusta comunicarse con los humanos y acercarse a ellos. Son más dependientes y muy alegres. Los gatos tienen un carácter más digno y sobrio. Son independientes y solo buscan cariño de vez en cuando. Son menos amigables con personas desconocidas y más desconfiados que los perros.
Personas de gatos o de perros
Hay personas que son de gatos y otras de perros. En general se dice que las personas a las que les gustan los perros son más abiertas, extrovertidas y amigables. Se comunican fácilmente y les gusta la compañía. Las personas a las que les gustan los gatos disfrutan estando en casa, son hogareños y les gusta tener su propio espacio.
Convivir con perros o gatos
La convivencia con perros o con gatos es bastante diferente. Los perros pueden morder muebles o zapatos, dejan sobre todo suciedad en el suelo y son animales de costumbres, que suelen obedecer rápido. Hay que sacarlos a pasear para que hagan sus necesidades y se ejerciten a diario. Los gatos son difíciles de adiestrar, ya que siempre tendrán su propio criterio a la hora de tomar decisiones, no obedecerán ciegamente. Pueden moverse por toda la casa, por lo que encontraremos pelos encima del sofá, de las mesas e incluso de los armarios. No necesitan salir y pueden vivir en pisos pequeños con tranquilidad.