A la hora de educar a nuestra mascota tenemos dos formas bien sencillas, que en realidad todos hemos usado más de una vez probablemente sin darnos cuenta. Por un lado está el refuerzo negativo y por otro el positivo. A grandes rasgos el refuerzo negativo lo que hace es dar un castigo ante un mal comportamiento para que este no se repita, y el positivo es todo lo contrario, dar un premio cuando se realiza el comportamiento adecuado.
Hoy en día son muchos los adiestradores que nos dicen que el refuerzo positivo siempre es mucho mejor que el negativo sobre una mascota a la hora de enseñarle las reglas por las que debe regirse. Sin duda adiestrar en positivo tiene grandes ventajas y suele resultar una forma de educar mucho mejor que el refuerzo negativo.
Es el mejor método para animales con miedo
Hay muchos perros miedosos o que tienen algún trauma porque han pasado algo malo. El refuerzo negativo solo les causa más daño, y hace que su mente se bloquee y que crezca ese miedo. En cambio, con el refuerzo positivo estaremos ayudándoles a superar sus miedos y a mejorar día a día.
Mejora el vínculo
Hoy en día todos hemos oído hablar del vínculo entre una mascota y su dueño, y si has tenido un perro y has pasado tiempo con él, sabes de lo que hablamos. Este tipo de entrenamiento refuerza ese vínculo entre el humano y su mascota, por lo que es el mejor.
Es efectivo
Una de las cosas más importantes por las que elegir este tipo de refuerzo es porque tiene más ventajas que el negativo y sin duda es igual de efectivo, o incluso más. El perro recordará lo bueno que tiene realizar determinados comportamientos, sobre todo si los repetimos para que lo aprenda. El refuerzo negativo suele hacerse sobre una sola acción, y por ello acaba no siendo tan efectivo e incluso puede confundirlos. Es decir, si les reñimos por haber roto algo hace horas pueden no entender la relación entre ambas cosas.