La protección contra los parásitos es esencial, principalmente, por las enfermedades que éstos pueden transmitir a nuestras mascotas, e incluso a nosotros mismos. Una de ellas es la denominada Ehrlichiosis Canina, que se transmite mediante la picadura de una garrapata y ocasiona daños en las plaquetas del animal, dando lugar a peligrosas hemorragias y coagulaciones.
Se produce por la picadura de la garrapata canina marrón, denominada científicamente como Rhipicephalus sanguineus, o bien por la transfusión de sangre de un animal enfermo. Se trata de la transmisión de un parásito de la familia de las rickettsias, llamado Ehrlichia, que afecta gravemente al organismo del can.
Los síntomas se presentan entre ocho y veinte días después del contacto con el insecto, y pueden presentarse de diferente forma. En ocasiones tiene lugar una fase inicial o aguda, que puede durar entre 4 y 6 semanas, e incluye síntomas como anorexia, decaimiento, secreción ocular o nasal, dolor articular y abdominal, fiebre y hemorragias en la piel. En otros casos la enfermedad se presenta de una manera más leve pero con consecuencias similares.
Si advertimos cualquiera de estas señales en nuestro perro, debemos acudir inmediatamente a una clínica veterinaria. Para diagnosticarlo, el especialista llevará a cabo un análisis de sangre para comprobar si existe una disminución de glóbulos blancos y/o plaquetas, y una serología, para detectar la posible presencia de anticuerpos contra la Ehrlichiosis.
El tipo de tratamiento depende del estado de la enfermedad. Si se encuentra en su fase inicial, lo más probable es que el veterinario recete antibióticos para acabar con la infección, generalmente con un resultado positivo. Por el contrario, si su estado es muy avanzado, puede ser necesaria una transfusión de sangre además de los medicamentos, y la posibilidad de curación es mucho menor.
La mejor manera de prevenir este problema es proteger a nuestro perro de los parásitos mediante el uso de pastillas, collares, sprays, pipetas, o cualquier otro producto que el veterinario nos aconseje.