Los collares antiladridos para perros destacan por ser una herramienta no solo bastante popular, sino también muy utilizada. No obstante, resulta esencial saber realmente de qué forma funciona o dicho de otra forma, es fundamental conocer el mecanismo que posee esta herramienta con el propósito de lograr comprender los posibles efectos secundarios que su uso podría causar.
Por eso a lo largo de este post vamos a estar mostrándote cada uno de los aspectos que debes conocer sobre los collares antiladridos, prestando especial atención a lo que sería la ansiedad por separación, ya que suele encontrarse entre los principales motivos por los cuales se usa mayormente esta herramienta eléctrica. Y para finalizar, ofreceremos la opinión de un experto y señalaremos si en realidad es bueno colocar el collar antiladridos al perro o no.
Cómo funciona el collar antiladridos
El collar antiladridos se encuentra creado con el fin de actuar como una “herramienta de ayuda” dentro del adiestramiento canino. Esencialmente se puede decir que consiste en un collar completamente normal el cual cuenta con una pequeña caja a través de la cual se emiten señales auditivas y/o estímulos eléctricos, al igual que vibración.
La intensidad que posee el impulso eléctrico varía de acuerdo a cada collar en específico, sin embargo, en cualquier caso dicha intensidad se ve incrementada a medida que aumentan los ladridos; de esta forma, se busca “molestar” al perro y hacer que se sienta incómodo a fin de que deje de realizar esta clase de comportamiento.
La potencia media que poseen estos collares ronda los 6 voltios, pero como acabamos de señalar, esto variara dependiendo de cada producto. En caso de considerar la idea de adquirirlo, es aconsejable probarlo antes con el propósito de comprender qué sentirá tu mascota al colocárselo.
La idea tras el uso de esta herramienta consiste en castigar a los canes justo en el momento en que se encuentran ladrando y, así, poder eliminar los ladridos; no obstante, es preciso recordar que es totalmente posible que los castigos fomenten el desarrollo de nuevos comportamientos inadecuados. De manera que aunque los collares antiladridos podrían ayudar a reducir o eliminar completamente los ladridos, podrían favorecer igualmente el desarrollo de una excesiva timidez o agresividad en el perro, e incluso podría llegar a generar una micción por sumisión. Esa es la razón por la cual, se puede decir que, no suponen la mejor herramienta para adiestrar a un perro.
De igual manera, otro de los problemas que suponen los collares antiladridos consiste en que es posible que se activen debido a los ladridos de algún perro que se encuentre cerca; de modo que no sirven si existen varios perros dentro de un mismo hogar. Ya que de lo contrario, el can que lleva el collar podría terminar desarrollando complejos problemas de conducta, dado que los castigos no serían dados por ninguna acción llevada a cabo por él.
Aparte de ello, incluso en los casos donde los collares antiladridos puedan funcionar adecuadamente, los motivos que generan los ladridos no serán eliminados, de manera que resulta bastante probable que el perro desarrollo nuevos comportamientos inapropiados para reemplazar los ladridos. Lo cual suele ocurrir mayormente al utilizar esta clase de collares en razas caninas que fueron criadas con la finalidad de ladrar ante diversas situaciones.
Efectividad vs efectos secundarios
La efectividad que tiene el collar antiladridos no se encuentra comprobada en ningún caso, por lo que no hay pruebas concretas acerca de la misma, razón por la cual resulta bastante sencillo hallar opiniones negativas sobre su uso a través de Internet.
Sucede además que numerosos cuidadores suelen usar esta clase de collar como método de castigo, lo cual resulta bastante negativo debido a que no ayuda al perro a comprender qué se encuentra ocurriendo y por qué motivo experimenta esas descargas. Aparte de eso, dejar solo a un perro que tenga este collar no solo resulta poco apropiado, sino también muy inseguro.
Por eso se puede decir que el collar antiladridos cuenta con mayores efectos negativos, en comparación con sus efectos positivos; dentro de los cuales es posible mencionar los siguientes como los más comunes:
- Incomprensión.
- Ansiedad.
- Nerviosismo.
- Estrés.
- Malestar.
- Agresividad.
Además, aquellos perros que padezcan estrés y/o ansiedad grave podrían empeorar considerablemente a causa del uso de este collar, por lo que evidentemente su utilización no resulta aconsejable. Hay que señalar que la mayor parte de los efectos negativos que hemos señalado previamente, se tratan de severos problemas de conducta que podrían evitarse al acudir con un profesional en vez que tratar de cambiar el comportamiento de nuestros perros usando herramientas que no son realmente fiables.
Qué debes hacer para evitar que tu perro ladre
Resultan completamente común y comprensible los ladridos del perro, ya que se trata de la manera de comunicarse. No obstante, es igualmente posible que consista en un severo problema para él cuando no logra dejar de hacerlo, ya que esto fomentara el desarrollo tanto del estrés como de ansiedad.
Cada uno de estos problemas destacan por ser tratables y es posible solventarlos a través de la ayuda y pautas apropiadas que podrían ofrecer los profesionales; por lo que indudablemente, acudir tanto a un etólogo como a un educador canino suelen ser los modos más apropiados para tratar esta clase de problemas de manera efectiva, al mismo tiempo que se evita el desarrollo de problemas que pueden llegar a ser considerablemente más severos y complejos, y que podrían aparecer como resultado del uso de herramientas completamente desaconsejadas.
Opinión del Experto
“Me reuní junto a una familia, específicamente con un padre y su hijo, la cual poseía a un pastor Alemán. El joven se encontraba desesperado debido a que su mascota no dejaba de ladrar al salir de su hogar y en vez de acudir con un profesional tomo la decisión de usar un collar antiladridos que tenía un efecto bastante potente. Su padre le advirtió que no utilizara el collar, pero después de haber probado cada uno de los consejos y trucos que logro hallar a través de la red, sin que nada funcionara, su hijo decidió usarlo.
El problema se puso peor en poco tiempo al utilizar el collar por primera vez; en esa ocasión ambos se encontraban paseando tranquilamente hasta que el pastor alemán comenzó a ladrar al toparse con otro can. Cuando recibió la primera descarga eléctrica, el pastor sencillamente enloqueció y termino mordiendo al padre que se encontraba a un lado de él.
¿Por qué actuó de esa manera? El pastor alemán no comprendía de dónde provenía ese dolor físico y creyó el responsable era el padre (con el cual tenía una menor afinidad). Después de eso, el tratamiento que tuvo que enfrentar el perro fue largo y bastante complicado, considerablemente más de lo cual pudo haber sido si no se hubiera usado el collar antiladridos y se hubiera intentado tratar su conducta de manera distinta”.
Esta historia real podría sucederte también o no, todo depende de la potencia que pueda tener el collar antiladridos que decidas usar, el tipo de perros que tengas y la relación que exista entre ambos. Por lo que conviene que tengas claro que siempre será más apropiado usar otros métodos al querer cambiar la conducta de tu mascota, como por ejemplo, el refuerzo positivo.