Si hay un problema que nos preocupe por encima de los demás a todas aquellas personas que convivimos con perros, es que nuestro querido amigo de cuatro patas tenga un torsión gástrica. Esta torsión se produce cuando el estómago ha realizado un esfuerzo excesivo, y por debilidad de los ligamentos que los sustentan, gira sobre sí mismo.
Es un problema muy serio, ya que si no se actúa rápido, hay tan sólo un 40% de posibilidades de que sobreviva. Por este motivo, es importante saber cómo prevenir la torsión de estómago en los perros.
Reparte su comida en varias tomas
Uno de las cosas que hay que hacer es darle la cantidad de comida que necesita según su peso y edad, pero repartida en varias tomas. Esto, además de disminuir el riesgo de que el animal pueda tener una torsión gástrica, puede servir también para controlar su apetito y, por lo tanto, su peso.
Y, por cierto, deja pasar mínimo 2h antes de realizar alguna actividad física, como correr o hacer una larga caminata.
Evita el estrés y la ansiedad
Cuando el perro está estresado o tiene ansiedad, especialmente si es por mucho tiempo, puede acabar teniendo también una torsión de estómago. Por ello, por la propia salud de su sistema digestivo y por la propia felicidad del can, es necesario que se haga todo lo posible para que esté tranquilo.
Beber durante el ejercicio, sí, pero con moderación
Un exceso en la ingesta de agua antes, durante y después del ejercicio puede resultar fatal. Por este motivo, es fundamental darle agua, pero con moderación. En este sentido, si os vais por ejemplo de excursión, es preferible darle agua echándose en su bebedero que dejar que beba de la botella, pues es más fácil controlar la cantidad de líquido que se le da.
Con estos consejos, podrás evitar en gran medida que tu amigo tenga que pasar por quirófano.