La obesidad es un problema cada vez más común en nuestros animales domésticos, especialmente en los gatos y también en los perros. Y, al igual que en nosotros, el exceso de grasa puede perjudicar la salud de nuestros amigos, llevándoles incluso a tener problemas para respirar, ya que la grasa que no se elimina, se va acumulando y puede impedir, en casos graves, el normal funcionamiento de los pulmones.
Como vemos, no es un asunto baladí. Así que, sin más dilación, veamos cómo evitar el sobrepeso en los perros. Además, recuerda que el aumento de peso ocurre cuando se ingieren más calorías de las que se gastan y que, con el tiempo, esto eleva el riesgo de diabetes, problemas articulares y cardiovasculares, reduce la movilidad y empeora su calidad de vida.
Darle la cantidad de comida que le toque
Esto es muy importante. No se debe dar más comida de la necesaria, ni dejar que «picotee» entre comidas. En el caso de que le hagamos hacer olisqueo (echar por el suelo premios para perros, salchichas u otro alimento para que trabaje su nariz), tenemos que ponerle un poco menos de su pienso, puesto que de lo contrario será como si le hubiésemos dado la ración para un día y medio, o dos días. Y esto una vez no pasa nada, pero… con el tiempo, podríamos acabar teniendo un peludo con sobrepeso.
Para afinar, mide las raciones con un vaso medidor y sigue las pautas de tu veterinario según peso, edad y actividad. Prioriza alimentos de calidad, ricos en proteína y con carbohidratos ajustados; evita las dietas caseras improvisadas y los subproductos de baja calidad. Si cambias el pienso, hazlo de forma gradual en varios días para evitar problemas digestivos.
Premios y snacks: mantén los premios en menos del 10% de las calorías diarias. Evita pan, galletas o sobras de mesa; mejor snacks específicos para perros u opciones ligeras como trocitos de zanahoria o manzana (sin semillas). Si entrenas, resta esas calorías de su ración diaria.

Cómo reconocer si tu perro tiene sobrepeso
Revisa su condición corporal: visto desde arriba debe apreciarse cintura; de lado, el abdomen debe estar ligeramente recogido. Al tacto, debes palpar las costillas sin hundir los dedos. Los veterinarios usan la escala BCS de 1 a 9 (ideal en 4-5) y, en algunos casos, el IMC canino. Pésalo una vez al mes y registra los cambios.
Señales de alerta: dificultad para moverse o subir escaleras, jadeo excesivo, apatía o menor tolerancia al ejercicio. En razas grandes/pesadas, el riesgo de lesiones óseas y de ligamentos aumenta con el sobrepeso.
Hazle hacer ejercicio
El ejercicio, tanto físico como mental, es fundamental para que el can se mantenga equilibrado, feliz, y en su línea. Por ello, hay que sacarlo a pasear entre 4 y 6 veces al día. Pero claro, a veces por motivos de trabajo no podemos dedicar tanto tiempo a los paseos, así que se puede optar por sacarlo a dar un paseo largo (de más de 30 minutos) y luego jugar con él en casa.
Ajusta la actividad a su edad, tamaño y condición. En perros sanos, procura 30-60 minutos de actividad diaria combinando paseos, juegos y retos mentales. Empieza poco a poco y sube intensidad de forma progresiva. Actividades recomendadas: 1) Caminatas en terreno variado o en agua, aumentando gradualmente tiempo e intensidad; 2) Rutinas cortas e intensas (mejor varias breves que una muy larga); 3) Haz que trabaje por la comida escondiendo premios en casa o jardín; 4) Varía y hazlo divertido (para algunos, correr o ir junto a la bici; para otros, largas caminatas).
Juegos en casa
A parte de las sesiones de olisqueo, las cuales le ayudarán, no sólo a mantenerse entretenido, sino también a estar más calmado durante el día, hay otras cosas que podemos hacer. Por ejemplo: jugar a tirarle la pelota, darle una cuerda-mordedor y dejar que nos tire de ella (de paso, fortaleceremos nuestros propios músculos de los brazos ), adquirir un juguete interactivo y jugar con él…
Prueba también dispensadores de comida, circuitos de búsqueda, señales de obediencia entre repeticiones y mini-circuitos con obstáculos bajos. La estimulación mental reduce ansiedad y ayuda a controlar el apetito.


Factores de riesgo y salud
Hay perros con mayor predisposición: genética y raza, edad avanzada, esterilización (disminuye el gasto energético) y enfermedades hormonales como hipotiroidismo o síndrome de Cushing. La vida en espacios cerrados y poco estimulantes y dietas muy calóricas también influyen. Incluso la microbiota intestinal puede afectar a la absorción y metabolismo de nutrientes; dietas con fibra y prebióticos ayudan al control del peso.
Riesgos del exceso de peso: , problemas respiratorios y cardíacos, dolor articular y displasia, diabetes y pancreatitis, mayor riesgo de infecciones y costes veterinarios más altos.

Rutinas prácticas y control
- Horarios y raciones estrictas: evita el buffet libre; reparte la ración diaria en 2-3 tomas a la misma hora.
- Pésalo cada mes y usa el BCS para vigilar la condición corporal; ajusta dieta y ejercicio si sube.
- Evita sobras humanas y controla los premios; compensa calorías con menos pienso.
- Revisiones veterinarias periódicas: tu mejor aliado para descartar causas médicas y personalizar el plan.
De esta manera, evitamos que nuestro can tenga sobrepeso ..
Cuidar las raciones, elegir bien los premios, promover ejercicio diario adaptado y hacer un seguimiento regular con el veterinario son pilares sencillos y muy eficaces. Con disciplina y juegos variados, tu perro estará más sano, activo y feliz, y tú disfrutarás más tiempo de su compañía.

