¿A quién no le gusta ver a unos preciosos peluditos recién nacidos? Ver nacer a unos animales tan magníficos como los perros, es una experiencia inolvidable. La futura mamá busca inquieta el mejor lugar donde dar a luz a sus pequeños, y es probable que busque a su humano para que comparta con ella la experiencia; algo que suele hacer encantada. De hecho, que la persona esté presente durante el parto es lo más recomendable, puesto que así, en el caso de que surjan problemas, se podrán solucionar más rápido.
Pero, ¿cómo es la gestación y parto en los perros?
Precauciones antes del embarazo

Cuando decidimos juntar a dos perros con el fin de que la hembra se quede embarazada, es muy importante asegurarse de que ambos animales estén en perfecto estado de salud. Por ello, se recomienda llevarlos al veterinario para que los examine. Además, hay que tener en cuenta que a la hembra no se la puede vacunar hasta que las crías no hayan sido destetadas, pero sí se puede desparasitar a los 30-45 días de gestación. Sólo en el caso de que los dos estén sanos, se podrán juntar.
Tampoco podemos olvidarnos de darle una alimentación de calidad. Lo más recomendable sería darle comida natural (sin hueso), pero se puede optar por darle un pienso con un alto contenido proteico (mínimo 70%). De esta manera, los cachorros tendrán el mejor comienzo.
Además de lo anterior, conviene añadir medidas preventivas que marcan la diferencia: edad adecuada de cría (hembras ni demasiado jóvenes ni en edades avanzadas), estado corporal ideal (condición 4-5/9), y pruebas de salud previas según raza (por ejemplo, displasia, cardiopatías, ojos) y prueba de brucelosis canina en ambos progenitores. Planifica la gestación con tu veterinario para revisar historial, adaptar suplementos (como ácido fólico en perras seleccionadas) y suspender fármacos contraindicados en gestación.
Preparación del nido y checklist previo
En las últimas dos semanas previas a la fecha estimada, prepara un lugar tranquilo y seguro. La mayoría de perras agradecen un espacio tipo paridera o caja de parto, amplia y de paredes altas para que los cachorros no se escapen. Si la perra es de tamaño grande, se recomiendan barras antiaplastamiento en el perímetro interior para que las crías puedan refugiarse si la madre se tumba de forma brusca.
Forra la base con toallas o empapadores y mantén recambios limpios siempre disponibles. Sitúa la paridera en una estancia templada, sin corrientes, a temperatura ambiente confortable y con acceso sencillo para ti, por si necesitas ayudar o trasladar a la madre. Si escoge otra zona de la casa, respeta su preferencia y traslada la paridera allí si es seguro.
Checklist útil para el gran día: tijeras estériles, hilo de algodón o pinzas para el cordón umbilical, toallas limpias, guantes desechables, termómetro rectal, báscula para cachorros, suero glucosado, leche maternizada y biberones por si algún cachorro no succiona (cómo cuidar a un cachorro sin madre) y el teléfono de urgencias del veterinario. Ten preparado un medio de transporte operativo.
Control de temperatura: durante la última semana, puedes tomar la temperatura rectal dos veces al día. Entre 12 y 24 horas antes del parto suele descender alrededor de 1 ºC. Si tomar la temperatura la incomoda, suspende la maniobra para mantenerla tranquila.
Ambiente térmico y humedad: los neonatos no regulan bien su temperatura. Asegura un entorno cálido y seco; en camadas muy sensibles se puede usar una fuente de calor segura a cierta distancia y controlada para que el nido no se sobrecaliente.

Nutrición de la mamá: mantén comida de alta densidad energética y fácil digestión durante gestación avanzada y lactancia (con proteína de calidad y aporte de grasas adecuado). A partir de la sexta semana de gestación, muchos veterinarios recomiendan introducir raciones para cachorros o de crianza, aumentando gradualmente. Vigila que no gane exceso de peso para evitar distocias.
Gestación en perros

¿Cuánto dura el embarazo de un perro?
El periodo de gestación en los perros oscila entre los 57 y los 63 días, dependiendo de la raza y de los cuidados que reciba durante el embarazo. Es decir que el embarazo de un perro dura en torno a los 2 meses. En este sentido, si está muy estresada, lo más probable es que la fecha del parto se adelante más de lo que sería adecuado, poniendo en peligro la vida de los cachorros. Por ello, es sumamente importante que se le dé cariño a diario, y que se le cuide bien durante toda su vida, pero especialmente cuando está embarazada.
Hay perras que llegan algo más allá de 63 días; el rango considerado normal puede extenderse en algunos casos. Ten en cuenta que las estimaciones más precisas se logran cuando se conoce el día de ovulación (pico de LH o progesterona), que reduce la incertidumbre de la fecha.
Fases del embarazo
- Primera fase (desde que el óvulo es fertilizado hasta las 3 semanas): en esta primera fase la perra no mostrará ningún síntoma visible. Sí que puede estar más cansada, y tener más hambre, pero físicamente apenas se apreciará ningún cambio.
- Segunda fase (desde la cuarta hasta la sexta semana): en estos días empezará a aumentar de peso, y sus pezones crecerán más de lo normal.
- Tercera fase (desde la séptima hasta la novena semana): ahora es cuando sabremos seguro que está embarazada, ya que habrá cogido más peso. En esta fase es cuando su cuerpo empieza a producir leche.
- Cuarta fase (desde la novena semana hasta el parto): en esta última fase, la perra se mostrará muy inquieta y buscará un sitio donde dar a la luz.
Detalles útiles por etapa: hacia día 21-28 puede haber náuseas leves y secreción mucosa clara; del día 30-35 el útero aumenta de tamaño y ya es más fácil confirmar gestación; hacia día 45 se calcifican los esqueletos fetales y la ganancia de peso de la madre se acentúa. Mantén ejercicio moderado y evita saltos o esfuerzos intensos.
¿Cómo saber que está embarazada?
La manera más rápida y efectiva de saber si finalmente tu perra se ha quedada embarazada, es llevándola al veterinario para que le haga una ecografía abdominal, más o menos a los 30 días después de la última monta. De esta manera, sabrás si ha habido suerte, cuántos cachorros espera (esperáis ), y cómo están de salud.
Si con la ecografía no acabas de saber seguro cuántas crías hay, a las seis semanas puedes pedir que le hagan una radiografía, donde se verán mucho mejor los pequeños cuerpos en desarrollo.
Además, puede emplearse una prueba de relaxina (hormona específica de gestación) a partir de ~día 25, o palpación abdominal por manos expertas entre días 28-35. Radiografiar entre días 45-55 ayuda a contar cráneos y columnas con mayor precisión y planificar el parto en camadas numerosas o razas de riesgo.
Y, ¿si no acepta al macho?
A veces puede ocurrir que la perra no acepte el macho, o que nos veamos en la situación de que el perro, por diversas circunstancias, no pueda montar a la hembra. En estos casos, se puede recurrir a la inseminación artificial, en una clínica veterinaria.
En cualquier caso, asegúrate de que ambos reproductores han pasado pruebas sanitarias (incluida brucelosis) y conoce las enfermedades de transmisión sexual en perros. Asegúrate también de que la decisión respeta el bienestar de la hembra.
Parto en perros

El parto es el momento más esperado por toda la familia, y también por la cansada perra, la cual seguro que debe de estar deseando ver a sus pequeños. Sabremos que habrá llegado el día si:
- se muestra muy inquieta
- busca un rincón donde parir
- la temperatura le baja 1 grado
- segrega leche
Otros signos frecuentes en las 12-24 horas previas: pérdida de apetito, jadeos, temblores, vómitos o diarrea ocasionales y lamido de la vulva. Puede expulsar un tapón mucoso claro al relajarse el cuello uterino. Tomar la temperatura dos veces al día la última semana ayuda a prever el inicio.
Preparación de la zona de parto
Habilita una paridera amplia con base antideslizante y ropa limpia. La caja debe ser lo bastante alta para que los cachorros no escapen y grande para que la madre pueda estirarse con toda la camada. Colócala en una estancia templada, sin corrientes y con iluminación suave. La madre debe familiarizarse con el nido al menos dos semanas antes.
Temperatura ambiental y del nido: mantén un ambiente confortable; si usas fuentes de calor, que sean seguras y regulables. Los cachorros necesitan calor indirecto, no contacto directo con bolsas de agua caliente que puedan pincharse. Es preferible una almohadilla térmica segura y vigilada.
Material que conviene tener a mano
- Tijeras de manicura o estériles y hilo de algodón para el cordón
- Toallas limpias y guantes desechables
- Perilla o jeringa sin aguja para limpiar boca y nariz
- Leche maternizada y biberones por si algún cachorro no succiona ()
- Termómetro rectal, báscula de precisión y suero glucosado
- Teléfono de urgencias veterinarias y transporte listo
Si realmente ha llegado el momento, lo mejor que se puede hacer es no hacer nada. La naturaleza es sabia y la perra sabe cómo dominar la situación. Sólo en el caso de que se muestre muy agotada, tendremos que intervenir.
Los cachorros pueden nacer uno cada pocos minutos, o cada 3-4 horas o más. Cuando vayan naciendo, la mamá los limpiará, les cortará el cordón umbilical y les obligará a respirar. Después, por propio instinto, las crías empezarán a mamar.
Es normal que muchos cachorros nazcan en posición anterior o posterior. Entre cada nacimiento, la madre suele descansar y permitir que las crías se alimenten, lo que estimula nuevas contracciones. El intervalo entre cachorros puede variar de 15 minutos hasta 2-3 horas y el parto completo puede extenderse hasta 12-24 horas. Evita intervenir si no hay señales de problema.
Cuándo ayudar y cómo
- Si un cachorro sale con el saco intacto y la madre no lo rompe en 1-2 minutos, ábrelo con cuidado, limpia la boca y nariz y frótalo con una toalla.
- Si el cordón no se corta, haz un nudo con hilo limpio a 2-3 cm del abdomen y corta por el extremo distal con tijeras limpias. Desinfecta con clorhexidina si es posible.
- Si un cachorro queda atascado visible, ayuda con tracción suave hacia abajo durante las contracciones, sin forzar.
- Cuenta los cachorros y las placentas expulsadas. Lo ideal es que coincidan; no dejes que la madre ingiera todas las placentas para evitar molestias digestivas.
Sabremos que el parto ha finalizado cuando la perra se muestre tranquila, y se relacione con normalidad con su prole.
Problemas en el parto
No son habituales, pero a veces pueden surgir problemas. Las causas más frecuentes son:
- Cachorros demasiado grandes o mal colocados
- Mala alimentación
- Ausencia de contracciones
- Juventud o vejez de la perra
Señales de alarma que exigen llamar al veterinario o acudir a urgencias:
- Empuja durante más de 30 minutos sin que nazca ningún cachorro
- Han pasado más de 2-3 horas desde el último cachorro y quedan más por nacer
- Descarga verde/negra antes del primer cachorro
- Flujo maloliente o con sangre abundante
- Letargo extremo, dolor intenso o fiebre en la madre
En algunas situaciones se valora la cesárea (canal estrecho, cachorros excesivamente grandes, ausencia de dilatación, presentaciones complicadas, razas braquicéfalas, camadas muy pequeñas o únicas). El veterinario decidirá con ecografía o radiografía. No administres oxitocina ni otros fármacos sin indicación veterinaria.
Posparto y destete

Durante unos días la perra manchará, pero es algo natural y en poco tiempo dejará de hacerlo. Tampoco debe de preocuparnos si vemos las heces de un color diferente, ya que al ingerir las placentas, restos de sangre, etc. el color de las mismas cambia.
En cuanto al destete, la propia madre se encargará de dar cada vez menos leche a los pequeños. Esto es algo que empezará a hacer más o menos al mes de edad. Con esa edad, los cachorros pueden ir comiendo alimentos blandos, como la comida húmeda para perros por ejemplo, o caldo de pollo. Con 45-60 días, ya deben de comer comida sólida (pero blanda, al menos hasta que cumplan los dos meses y medio, o tres meses si es un perro de raza grande).
En las tiendas de animales encontrarás una gran variedad de marcas de pienso. Para que continúe creciendo bien, es conveniente darle uno que no tenga cereales, pero sí un alto porcentaje de proteína (mínimo un 70%). Por ello, hay que mirar las etiquetas de los ingredientes para saber de qué están hechos los piensos. Los tres primeros son los más importantes, puesto que son de los que hay más cantidad (ordenados siempre de más alto porcentaje a más bajo).
Con una buena alimentación, la salud de los pequeños será excelente.
Cuidados extra del posparto: el sangrado fisiológico puede durar 1-3 semanas y cambiar de color. Si aparece mal olor, fiebre, apatía o secreción purulenta, puede tratarse de metritis, situación de urgencia. Revisa diariamente las mamas: zonas calientes, dolorosas o enrojecidas sugieren mastitis y precisan atención veterinaria.
Atención a la eclampsia (hipocalcemia), más frecuente entre la segunda y cuarta semana de lactación en perras pequeñas con camadas numerosas: inquietud, jadeo, temblores o rigidez. Es una urgencia que requiere tratamiento inmediato.
La madre necesita mucha energía y agua durante la lactancia; ofrécele comida de cachorro/lactación a libre disposición y agua fresca. Su demanda energética puede multiplicarse varias veces. Si pierde peso, está apática o su pelaje empeora, consulta al veterinario.
Para asegurar el crecimiento de la camada, pesa a cada cachorro diariamente a la misma hora. Lo esperable es que dupliquen su peso alrededor del día 10 y que progresen de forma constante. Si alguno se rezaga, verifica agarre, temperatura y consulta.
Sobre la alimentación sólida: entre la semana 3 y 4 puede ofrecerse una papilla (pienso de cachorro humedecido y triturado o leche específica), aumentando densidad y reduciendo tomas de la madre de manera gradual. Hacia las semanas 8-10 la mayoría de camadas están totalmente destetadas. Mantén el área templada: primera semana 30-32 ºC, segunda 28-29 ºC y desciende gradualmente hasta 24 ºC para evitar hipotermias.
Salud preventiva de los cachorros: desparasitación interna desde los 15 días y cada dos semanas hasta las 8-9 semanas (según pauta veterinaria). El plan de vacunación suele iniciarse alrededor de las 6-8 semanas. No separes a los cachorros de la madre y la camada antes de las 8 semanas; además de la nutrición, aprenden hábitos y socialización esenciales.
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La gestación y el parto de una perra requieren preparación y calma: con un entorno adecuado, vigilancia respetuosa y el apoyo del veterinario cuando es necesario, la naturaleza suele hacer su trabajo. Conocer las señales normales, preparar el nido y tener claro cuándo pedir ayuda es la mejor garantía para cuidar a la madre y a sus cachorros.