Es algo muy normal por mi parte, suponer que todo el mundo quiere a sus perros, ya que yo los amo. Y es un amor indescriptible. Ese amor que siento por mis perros suele crearme ciertas necesidades alrededor de ellos que me motivan a buscar las formas de cubrirlas de alguna forma. Y todo esto para tener una relación lo más larga y duradera posible. Así son los amores perros. Yo firmaría pasar la vida con mis perros. Y sé que vosotros también. Es por ello que hay que cuidarlos lo mejor posible, y eso empieza por intentar que estén totalmente sanos. Y eso ya sabemos que empieza por la alimentación. Si somos lo que comemos, ¿Tu perro está sano comiendo pienso del Mercadona de marca Compy, que cuesta 20 euros los 20 kilos?…¿Qué les damos de comer a nuestros animales? ¿Cómo afecta nuestra manera de enfocar su alimentación a su salud? Y si es malo el pienso, ¿Qué debe comer mi perro?
Hoy voy a dedicar este artículo a mostraros un nuevo punto de vista para la nutrición de vuestros perros, uno que os salga mucho más económico y sano, y que tendrá al animal más contento y feliz, ya que estará comiendo bien y tendrá una alimentación equilibrada para lo que es, un perro. Sin más, os dejo con la Guía de Alimentación Canina. Espero que disfrutéis la lectura.
¿Qué sabemos del tema?
El perro es carnívoro
No puedo empezar a hablar sobre este tema sin antes referiros directamente a mis dos anteriores publicaciones sobre el tema de la nutrición canina. En Los perros y el estrés alimenticio, os cuento directamente y sin pelos en la lengua, cómo afecta lo que comen a vuestros perros. Además, en Historia de la Industria de Pienso para mascotas, os cuento toda la verdad y nada más que la verdad sobre lo que le damos de comer a nuestros animales. Es necesario que os las leáis antes de empezar con esta guía.
Como ya hemos dejado claro, los perros son carnívoros. Nada de omnívoros. Si lo pensamos atentamente, ellos solo llevan con nosotros unos pocos miles de años, sobre unos 15.000, y para que varíe la alimentación básica de un animal, se necesitan mucho más de 150.000 años. Es como decir que las vacas se van a hacer omnívoras y empiezan a comer carne solo por estar a nuestro lado. Es algo difícil de creer, ¿no? Pues seguro que podría ser posible, sin embargo, exigiría muchísimo tiempo, tiempo en cantidades muy difíciles de manejar para nosotros como humanos. Recordemos que nuestra civilización tiene unos 6000 años.
Si, nuestros perros son carnívoros y necesitan de esa carne para poder tener una vida adecuada y sentirse bien. Antes de las dietas a base de pienso, los perros tenían una dieta basada básicamente en las sobras de los humanos, caparazones de pollo, restos de la caza, etc., y sus enfermedades relacionadas con la alimentación eran prácticamente inexistentes.
La industria de la comida canina
Hoy en día, con una tecnología avanzada alrededor de la industria de la alimentación canina que debería ofrecernos productos de calidad que facilitaran la tarea de alimentar a nuestro animal de forma saludable y sin complicaciones, la realidad es que las clínicas veterinarias están LLENAS de perros con problemas de intolerancia alimenticia, diabetes, disfunción renal, problemas cardíacos, etc. Todo esto, a pesar de contar, en teoría, con productos específicos diseñados para ayudar en la recuperación de enfermedades.
Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Como ya expliqué en un artículo anterior: Historia de la Industria de Pienso para mascotas, la alimentación por medio de pienso a nuestros animales ha convertido los desechos de las grandes corporaciones y multinacionales en verdadero oro, generando miles de billones al año en beneficios. Sí, he dicho bien, miles de billones. Esto hace que sea una de las industrias que más invierte en publicidad y en fidelizar clientes, a la vez que es uno de los sectores que más cuidan las grandes multinacionales. Esto les permite convertir los desechos de sectores como la comida humana, los fertilizantes o los jabones, tras un sencillo procesado, en un producto que podemos encontrar en el mercado a precios desorbitados.
¿Qué papel juegan los veterinarios?
Una de las formas que utilizan las multinacionales para mantener esta gran estafa alimentaria es influir en la educación de los veterinarios. Es fundamental tener en cuenta que un veterinario es un médico generalista para todas las razas animales, lo que implica que, a menos que se especialice, su formación en nutrición suele ser básica y se limita a los estudios patrocinados por estas corporaciones. Esto significa que su conocimiento en este campo puede estar sesgado.
Las grandes marcas de pienso financian y organizan estudios, congresos, libros y eventos que sustentan la validez científica y social de sus productos. Los veterinarios, inconscientemente, actúan como portavoces de estas compañías al recomendar alimentos que, lejos de ser beneficiosos, dañan la salud de nuestras mascotas a largo plazo. Es crucial cuestionar las recomendaciones basadas únicamente en intereses económicos.
La alimentación adecuada para los perros
Con toda la información presentada, queda claro que nuestros perros necesitan una dieta equilibrada basada principalmente en proteínas animales. Sin embargo, es importante entender cómo incluir otros grupos alimenticios de manera saludable.
Proteínas: La base de la alimentación
La carne, los huesos, el pescado y los huevos son las fuentes principales de proteínas en la dieta de un perro. Estos proporcionan aminoácidos esenciales que no pueden ser sintetizados internamente. Es fundamental asegurar la calidad de estas proteínas para maximizar su digestibilidad y aprovechar todos los nutrientes.
Como referencia, es ideal ofrecer carne magra de pollo, pavo, ternera o incluso pescado como el salmón. Los huesos deben ser crudos y carnosos, evitando aquellos que puedan astillarse y causar daño interno.
Las grasas: La fuente principal de energía
Las grasas de origen animal son la mayor fuente de energía para nuestros perros. Contrario a los humanos, quienes obtenemos energía principalmente de los carbohidratos, los perros metabolizan mejor las grasas en su dieta. Esto incluye grasa natural presente en carnes y aceites como el de salmón, que además aporta ácidos grasos esenciales como Omega-3 y Omega-6.
Frutas y verduras: Complemento saludable
Las frutas y las verduras son una excelente adición para proporcionar vitaminas, minerales y fibra. Entre las opciones más seguras para perros están la zanahoria, el brócoli, los arándanos y las manzanas (sin semillas). Evita cebolla, uvas y aguacate, ya que pueden ser tóxicos.
Carbohidratos y cereales: Moderación
Los carbohidratos no son una necesidad primaria en la dieta de los perros. Sin embargo, en pequeñas cantidades, arroz integral y patatas cocidas pueden ser incluidos como fuente de energía adicional para perros activos.
Además de estos puntos, la hidratación es clave en la dieta de todo perro. También es recomendable dividir la ración diaria en dos o tres comidas para evitar problemas gástricos como la torsión.
Alargando la vida de nuestros compañeros caninos con una nutrición adecuada, podemos garantizarles bienestar y vitalidad. Este compromiso comienza desde una dieta que respete sus necesidades biológicas y evite la alimentación procesada en exceso.